Fue un beso brusco, desagradable. Cuando le soltó, Renjun estaba asqueado del sabor de su boca.
Salió de coche dando un portazo. Hyuck arrancó haciendo chirriar los neumáticos dejándolo a merced del viento helado de la noche.
Se llevó una mano a la boca, y vio asqueado que le había hecho sangrar en el labio. Le maldijo, deseando estar de vuelta cuanto antes en su mundo de cuento de hadas, donde nada malo podía ocurrirle. Maldijo a Yangyang por haberlo despertado de aquel mundo de ensueño, añadió para sí iniciando el camino de regreso a casa. Y maldijo a Jaemin por su infidelidad y a Sungkyung por haberlo seducido. Pero, por encima de todos, se maldijo a sí mismo.
No tardó mucho en llegar a casa, pero tenía los pies deshechos. Se quitó los zapatos, nada más entrar. En el interior de la casa, hacía calor. El reloj del pasillo marcaba la una de la madrugada. Se sentía deprimido y la escena con Hyuck no dejaba de darle vueltas en la cabeza.
No se molestó en ir a ver a Jaemin. Por el podía irse al infierno. De todas formas, no estaba de humor para tener otra discusión. Pero se equivocó al pensar que él lo ignoraría tan fácilmente. Acababa de ponerse la pijama cuando entró en la habitación con sus zapatos en la mano.
—Te has olvidado de esto —dijo dejándolos detrás de la puerta.
—No me he olvidado, simplemente me los he quitado al entrar —replicó Renjun, que
estaba sentado al borde de la cama masajeando sus pies doloridos. La melena ocultaba su rostro a ojos de Jaemin.—¿Dónde te ha dejado? —dijo Jaemin con suspicacia.
¿Otra vez espiando tras las cortinas?, se preguntó Renjun con amargura.
—No me ha dejado en ninguna parte.
—Si hubieras hecho todo el camino andando, habrías tardado más.
«Bastante he andado de todas formas», pensó Renjun acariciándose las plantas
de los pies.—Una pelea entre amantes, ¿no? —añadió Jaemin con mal gusto.
—Algo así —dijo Renjun, encogiéndose de hombros, y salió de la cama para dirigirse
al baño. «¡Que piense lo que quiera!», se dijo.Jaemin lo agarró por los brazos y lo obligó a mirarlo a la cara. Estaba furioso y
tenía una mirada penetrante y amada.—¿Y por qué os peleasteis? —le preguntó, apretando los dientes— ¿Porque no querías ir a su casa? ¿Por eso? ¿Qué pasaba, que no estabas de humor?
Renjun lo miró con ira. Sentía amargura y asco hacia los hombres por lo que lo estaban haciendo pasar aquella noche.
—¿Y cómo sabes que no he estado en su casa toda la noche? Podría haberte
llamado desde allí. ¿Cómo ibas a saberlo?Jaemin se puso pálido y apretó con fuerza los brazos de Renjun. Lo miraba fijamente, como si buscara evidencias de lo que estaba diciendo.
—¡Te ha dado una bofetada y te ha roto el labio!
—Me estás haciendo daño. ¡Suéltame! —exclamó Renjun tratando de apartarse pero sin conseguirlo.
—¿Cómo has podido? —dijo Jaemin casi gritando— ¿Cómo has podido hacerlo, Renjun? ¿Cómo has podido?
La situación había estallado. Llevaba muchos días amenazando con hacerla, y finalmente, la intensidad de sus sentimientos reprimidos empezaba a aflorar a la superficie.
—Se me acaba de ocurrir una cosa, Jaemin. Te propongo un cambio, si me cuentas cómo fue con Sungkyung, te diré lo que ha pasado con Hyuck.
—¡Dios, ya basta! —dijo Jaemin, cerrando los ojos y haciendo una mueca de verdadero dolor.
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[ M. F ] - Renmin
FanfictionRenjun y Jaemin formaban un sólido matrimonio, o al menos eso era lo que Renjun pensaba. Pero su feliz existencia se hizo añicos cuando supo que Jaemin tenía una aventura. Adpt.