Las deciciones del Señor Jeon se ven afectadas por la imprudencia del joven Kim cuando una tarde por casualidad este decide coquetearle descaradamente.
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Judit decapita a Holofornes.
—Ella es una enfermera especial, estará aquí cuidando a su abuelo. Lo mejor sería que ustedes vayan a casa.
Taehyung y Jungkook se miraron. Jungkook quería llevarse a Taehyung, quería saber que era lo que JiEun le había dicho para que el menor le mirara con tanto temor en sus ojos, y Taehyung, Taehyung no quería irse con Jungkook. Mentiría si dijera que no le ponía nervioso quedarse a solas con él, después de todo era un sospechoso de asesinato.
—Quiero quedarme.
—Vamos a irnos. —Dijeron al mismo tiempo. La enfermera rió un poco mientras sostenía la tabla con los documentos de sus pacientes contra su cuerpo.
—Sé que estás preocupado por tu abuelo, pero lo mejor sería que se vayan y vuelvan mañana temprano. De todas formas, no despertará pronto.
Taehyung se mordió el labio, no estaba de acuerdo. No quería irse con Jungkook. —¿Y si despierta y no encuentra a nadie?
La enfermera rió de nueva cuenta. —Estoy segura de que dormirá hasta mañana.
—Taehyung, vámonos.
No. Taehyung no iba a irse con él. Miro al Señor Jeon, quién mantenía una mano sobre su hombro, pero la caricia la sintió prepotente, casi como si quiera enviarle un mensaje amenazador a través de sus acciones. —Mi madre vendrá por mí, entonces.
—¿Eh?
—En la tarde me mensajeo, me dijo que si el abuelo tenía que quedarse vendría por mí. —Era mentira, pero no quería irse con él. El Señor Jeon mostró un rostro de indignación.
—¿Y estás de acuerdo con eso?
Taehyung se encogió de hombros. —Es mi madre.
De esa manera Taehyung terminó montándose en la parte trasera de uno de los autos de su madre, y se despidió de Jungkook desde la ventana. Este mantenía el ceño fruncido mientras lo veía, y lo mantuvo incluso mientras el auto se alejaba.
Taehyung llegó a la prepotente casa de su madre minutos después, no tuvo que retirarse los zapatos en la entrada porqué esas eran las costumbres de su madre, y tampoco hubo quién lo recibiera de su familia. El personal lo guió a su habitación y respiro el fresco aire de esta, estaba limpia y olía a limpio.
Dejo sus cosas en la silla de su escritorio, que tanto extrañaba y se tumbo en la cama que tanto extrañaba. La puerta fue ligeramente tocada, así que se apresuro a sentarse en la orilla de la cama, completamente recto. —Adelante.
Una mucama entro, hizo una pequeña reverencia con sus manos juntas. Era nueva, Taehyung no la reconocía. —Buenas tardes, bienvenido, joven Kim. Su madre me pidió que le informará que la cena estará lista a las siete de la tarde.
