Las deciciones del Señor Jeon se ven afectadas por la imprudencia del joven Kim cuando una tarde por casualidad este decide coquetearle descaradamente.
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Tirar y aflojar.
Jungkook no fue el día siguiente a la casa del abuelo, y a Taehyung le dio igual. Pero tampoco fue el día siguiente, lanzó su teléfono a un lado del sofá cuando vio a su abuelo entrar por la pueeta del jardín —¿Qué hacías? —Le preguntó. Se puso de pie para poder seguirlo de cerca curioso y ansioso por saber
—Arrancaba unos cuántos rosales, voy a venderlos en el mercado, ¿quieres venir? —Taehyung miró el perfil de su abuelo. Su abuelo iba a vender los rosales que cuidaron, aquellos a los que Taehyung le hablaba las mañanas al despertar. Suspiró encogiéndose de hombros, en realidad no tenía mucha opción.
Taehyung era consciente de que necesitarían más dinero que la ayuda del gobierno, aunque Jungkook estuviera cubriendo los gastos médicos. Asintió finalmente confirmandole su asistencia a su abuelo —Sí, pero iré a cambiarme.
—No te duches porqué quizás llegas sudando —El abuelo le dijo mientras Taehyung subía las escaleras. El castaño camino hasta su habitación con desinterés y se asomó a la ventana. Pensaría por su parte que Jungkook no ha estado en casa de no ser por el auto estacionado. Las cortinas estaban cerradas y todas las puertas también, incluso la pequeña puerta del jardín tenía el candado que nunca estaba.
Entendió el mensaje, Jungkook no lo quería ahí.
Y, de hecho, no lo busco.
Jungkook por su parte estaba en la cocina de su casa, comiendo un poco de nieve con la mirada perdida en su mesa, completamente disociado. Tragó en seco y sacudió la cabeza. —No puedo permitir que esto me carcoma la cabeza —se dijo a si mismo.
Se puso de pie con el bote de nieve en su mano izquierda y la cuchara en la boca, camino hasta su sofá y puso un poco de música para perderse en ella, pero de nueva cuenta se perdió en su cabeza —Hice mal, Taehyung es menor de edad.
Bueno, al menos Jungkook era consciente de que estaba haciendo mal, y aunque intentó consolarse con eso resulto terrible cuando se dio cuenta que era incluso peor saber que estaba haciendo algo mal y, de todas maneras, hacerlo. Jungkook suspiró.
Un vinil de Taylor Swift que se había quedado puesto lo hizo querer taladrarse la cabeza, se puso de pie para apagarlo y camino escaleras arriba a su habitación. Tal vez si veía un poco de televisión su mente se calmaría un poco con seguir pensando, pero no lo hizo, pues puso alguna película gay que lo hizo disociar imaginando escenarios falsos que lo hicieron tener una erección.
Estaba cansado —Me voy a cortar la pija —Se dijo a su mismo antes de agarrar una almohada y presionarla contra su rostro, pataleó.
Mamá:Ya tenemos la fecha para la operación del Señor In-Hwan
