Las deciciones del Señor Jeon se ven afectadas por la imprudencia del joven Kim cuando una tarde por casualidad este decide coquetearle descaradamente.
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Cierra el telón Junio 10, 2014 Martes
—De este lado, por favor. —Taehyung miro a su abogado, quién lo guiaba por la larga sala de audiencia. Su madre caminaba detrás suya, y detrás de ella sus hermanas mayores. —Nosotros estaremos sentados aquí, estos microfonos se encienden presionando aquí, pero solo tenemos derecho a usarlos si el Jue nos cede la palabra.
Taehyung asintió. —Ah, ustedes no pueden pasar de esta puerta. —Les indicó a sus hermanas. —Pueden sentarse en esas sillas, ahí va la audiencia. Pero como en este caso el menor esta presente, solo se autorizan familiares, el señor Kuk-Hwan pagó para que esto fuera posible, al parecer.
Sus hermanas se sentaron detrás de ellos, y Taehyung se mordió el labio inferior sintiendo una sensación desconocida en el pecho. Llevaba jeans claros, un sueter celeste muy conocido, y el cabello ligeramente hondulado.
—¿El abuelo vendrá?
Su madre le miro con desdén. —Por supuesto que no.
Su abogado después de acomodar los papeles en el escritorio se sentó, Taehyung estaba en medio de el abogado y su madre, tenía las manos descansando sobre sus piernas y el corazón en la garganta. —Los Jeon estarán sentados de aquel lado.
Taehyung giro su cabeza para mirar el escritorio de lado. —Tú pasarás a declarar en aquella silla. —Señaló al frente. —Aunque mayormente será utilizada por Jeon Jung-Kook.
Taehyung suspiró. Esperaba que todo fuese como lo planeado, Jungkook se declararía inocente, el ayudaría a liberar a Jungkook y Kuk-Hwan pagaría, su madre tendría el dinero, y el podría regresar a Busan con su abuelo para que todo continuará con normalidad.
Jungkook suspiró, estaba en un pasillo, con sus manos esposadas, recargado en la pared y con los ojos cerrados, a lado suyo solo se encontraba su abogado, quién continuaba recitandole lo que debía declarar, acompañado de un: —Recuerda que Taehyung está de acuerdo.
Los zapatos de Kuk-Hwan, JiEun y Young-Ae se escucharon tan prepotentes que no le dejaron más opción a Taehyung que girarse a mirar. El padre de Jungkook le miro con frialdad antes de ofrecerle una reverencia, que Taehyung correspondió como un estrechón de manos que cerraba un contrato.
—Buenos días. —El Juez y el resto del equipo entraron acomodandose en la tarima frente a ellos, a Taehyung le sudaron las manos y comenzó a mirar ansiosamente alrededor. Jungkook no estaba.
El abogado se acercó un poco a él. —Necesitamos que mantengas la calma cuando Jeon Jungkook ingrese a la sala, o de lo contrario tendran que posponerla. —Taehyung asintió.
El Juez finalmente detuvo la mirada en el, Taehyung pudo ver sus ojos cafés por encima de sus lentes que reposaban en el puente de su naríz —Buenos días, Kim Taehyung.
