Las deciciones del Señor Jeon se ven afectadas por la imprudencia del joven Kim cuando una tarde por casualidad este decide coquetearle descaradamente.
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Sanador.
—Buenos días. Hoy despertaste tarde.
Taehyung miro al Señor Jeon, quién tenía su teléfono en la manod erecha y en la izquierda una galleta mordida. Estaba sentado en el sofá grande mientras su abuelo permanecía dormitando en el sillón individual. —Sí, tenía mucho sueño.
Camino en su dirección, después de echar un vistazo para asegurarse de que su abuelo continuará durmiendo se agacho lo suficiente para dejar un beso en la mejilla del mayor. El corazón se le sacudió y creyó que el Señor Jeon de nuevo lo reprendería sobre su diferencia de edad, en cambio, solo le sonrió un poco y le ofreció de su galleta sin decir nada.
Taehyung la mordió teniendo que estirarse un poco más y poniendo su mano debajo de su mentón para evitar que cualquier grumo cayera en el sofá. Se incorporó y reposó sus manos en los hombros de Jungkook al estar detrás suyo en el sillón.
—¿Hay algo de almorzar? —Taehyung preguntó en voz baja, Jungkook asintió llamando la atención del castaño y el menor no pudo contra sus ganas de acariciar su cabello, así que lo hizo. —¿Qué hay?
—El abuelo preparo hot cakes, dijo que te gustan mucho.
Taehyung rodó los ojos antes de cerrarlos, suspiró silenciosamente y asintió, más para si mismo que para alguien más. Abrió sus ojos de nuevo y sonrió, bueno, podía comerse uno. —Iré a almorzar.
—Adelante.
Ante el silencio que se instaló Jungkook se giro a mirar a Taehyung, ahora tenía una cara de pocos amigos, su ceja ligeramente elevada y una mirada oscura. Jungkook alzó ambas cejas ladeando la cabeza, era casi como si hubiesen cambiado de personaje. —¿Qué? —Jungkook preguntó.
—¿No vas a acompañarme a almorzar? —La pregunta destanteo a Jungkook, quién tardó segundos en conectar neuronas y recordar que estaban almorzando juntos últimamente, pero no era culpa suya que se le olvidará, Taehyung se levantó demasiado tarde.
—Ah, sí.
Jungkook se puso de pie y Taehyung espero a que terminara de rodear el sillón para poder encimarse en su brazo libre pues había dejado el móvil tan pronto como el llegó a la sala de estar. Entraron juntos a la cocina y se separaron cuando Taehyung fue en busca del almuerzo, lo puso en un plato y con toda la flojera del mundo lo metió al microondas.
Espero frente al microondas solo veinte segundos, pues no quería que estuvieran realmente calientes, y mientras Taehyung veía sus hot cakes dar vueltas, Jungkook se encargó de acercar a la mesa los toppings para que el menor eligiera con que prefería comerlos.
Taehyung se sentó frente a Jungkook y le sonrió antes de comenzar a comer, había nacido una conexión diferente entre ellos desde que cantaron (y se besaron) juntos en aquella disco. Taehyung agradecía el recuerdo, le ayudaba a dormir por las noches, aunque últimamente no lo necesitaba.
