Las deciciones del Señor Jeon se ven afectadas por la imprudencia del joven Kim cuando una tarde por casualidad este decide coquetearle descaradamente.
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Silenciosos
El ruido de los tenedores chocando con los platos fueron interrumpidos por el estruendoso timbre de la casa se Jungkook, ambos estaban terminando de prepararse para ir a visitar al abuelo In, pero Taehyung tenía la condición de terminar la comida que Jungkook preparo para él.
Jungkook se levantó del sillón después de compartir una mirada confundida con el menor, quién regreso la vista a la televisión -ya que estaba comiendo en la sala de estar- y le restó importancia. No esperaban a nadie, aunque en el fondo Taehyung rezaba porque no fuera ese tal Jimin.
Jungkook abrió la puerta, un rostro un poco conocido para él estaba ahí. Luciendo un bolso de mano horrible, un vestido negro semi-elegante y el cabello ligeramente recogido en un moño bajo. Alzó una ceja. —¿Cómo puedo ayudarla?
Recordaba su rostro de algún lado, de eso estaba seguro, aunque no sabía de dónde. Al menos, hasta que la desconocida se pronunció con un frío: —¿Está Taehyung?
Ah, es la madre de Taehyung. Jungkook la miro de cabeza a pies y de pies a cabeza sin poder evitarlo, se relamió los labios y cubrió la puerta con su cuerpo para evitar que la otra mirara al menor —Está comiendo. —declaró.
La madre de Taehyung sonrió ladino, Seo Yeji decoró su rostro con altanería y Jungkook evitó soltar una risa divertida ante eso, Yeji no era nada bajo su mirada. La mujer se infló el pecho y alzó los hombros. —Llámale, voy a llevarlo a casa.
Entonces, Jungkook rió. —Disculpa. ¿De dónde saco mi dirección?
—¿Eso importa? Quiero ver a mi hijo y llevármelo.
Jungkook dio un paso enfrente, Taehyung quién había estado ignorado la situación no pudo evitar curiosear cuando el Señor Jeon tardó tiempo de más en la puerta. —Y yo quiero saber como conseguiste mí dirección. —hizo enfásis.
—El abuelo. —La respuesta de Yeji fue corta, pero fue suficiente para que el pelinegro relajara los hombros. No podía enojarse con el abuelo, seguramente lo había hecho sin intenciones maliciosas.
—¿Mamá?
Yeji y Jungkook miraron a Taehyung, el pelinegro teniendo que girarse un poco para hacerlo. Taehyung frunció su propio ceño y se refugió detrás del Señor Jeon cuando su madre entró sin permiso, ella le sonrió. —Hijo, vamos a casa. Vine a por ti. Minji me dijo que te fuiste llorando por la madrugada.
Nuevamente, Jungkook rió sarcástico, pero no dijo nada. Yeji le miró, no supo descifrar la mirada que tenía y lo que quería expresar solo con ella, después de todo, Jungkook no era adivino. Entonces, la mayor de los tres se acercó a su hijo tirando de su brazo. —El auto está esperando, vamonos.
—Mamá, espera.
Jungkook avanzó los pocos pasos que le separaban de Taehyung para tomarlo del brazo y acercarlo a él, logrando separarlo de su madre. Yeji miro a Jungkook, casi asesinandolo con la mirada cuando separo a su hijo de ella. Ese tal Señor Jeon no le daba confianza.
