—¿Y bien?
Sara al notar mi cara de desesperación decidió responder por mí.
—Nada de lo que debas preocuparte tonto, solo estábamos hablando de lo mucho que le había costado a Eve mantener todo en secreto, estaba siendo modesta como siempre y le pregunté si sabías todo el esfuerzo que había puesto en hacer todo esto.
Creo que, por mucho que lo haya hecho con buenas intenciones, ni ella misma se lo creyó.
—Ah. Hum, pues sí. Lo escondió muy bien. —dijo el rubio algo confundido por la intervención de mi mejor amiga, pero en sus ojos podía ver desconfianza, algo que nunca había visto en el desde que nos conocimos.
La fiesta continuó y todo parecía estar de maravilla, pero solo parecía, Jake y yo no estábamos realmente bien, se nos notaba en la cara y aun no habíamos hablado del tema.
Es hoy.
・*:.。. .。.:*・゜゚・*☆
—Me encantó verte amiga, lamento el rollo en el que te metí. — dijo Sara después de que Ben se despidiera de Jake.
—En algún momento se lo tendría que decir, me faltaba fuerza para hacerlo y tu solo aceleraste el proceso, —suspire con fuerza. —te lo agradezco. —Sara sonrió y después de un breve silencio, se fue.
Supongo que por el silencio que había en casa Jake ya estaría acostado, mierda, la que me liado. Pero al final, madurar es esto ¿no? Debo asumir mi responsabilidad, sé que Jake y yo encontraremos la solución.
—Hey. — ahí estaba el rubio al que tanto quería, parado frente a mí, sacándome de mis pensamientos.
—Hey. —dije sin ánimo.
—¿Por qué no vamos a la cama? Ya es un poco tarde. — asentí y fui en dirección a su habitación con el caminando atrás de mi en completo silencio.
Ya estábamos los dos acostados, sin haber dicho una palabra desde que habíamos entrado a la habitación, podía sentir la tensión en el aire, cosa que nunca me pasaba cuando estaba con Jake.
—¿Sabes? Ya pasa de la media noche. —hablo después de un tiempo, el rubio a mi lado. —La verdad es que creo que ya pasan de las tres de la madrugada, y dudo que alguno de los dos tenga sueño, por eso, lo que sea que me hayas estado escondiendo, me lo puedes contar ahora, Evelyn.
Auch, por alguna razón, mi nombre no sonaba tan bien saliendo de su boca en este momento. Me lo merezco de cualquier modo.
—Yo... —continuó, para luego suspirar. Parecía que estaba organizando sus pensamientos. —Nosotros lo resolveremos, Eve, sea lo que sea que me tengas que decir, encontraremos una solución. Juntos.
Y como si esas palabras fueran pequeños golpes, que lastiman de forma imperceptible, estaba yo, llorando desconsoladamente al lado de Jake, que no debía estar entendiendo nada, pero tampoco insistió, él me conocía y sabía que se lo diría después de que me calmara.
—Todo está bien, Eve, yo... —se cortó para abrazarme y luego continuó. —Solo no sé de qué manera ayudarte, ni siquiera sé si estoy reaccionando de la manera correcta. Si no me dices lo que pasa, no sabré como ayudarte.
Y de repente las palabras de mi hermano se me vinieron a la cabeza: "nadie podrá ayudarte, si no dejas que te ayuden".
—El problema, Jake. — dije en un susurro casi inaudible. — Es que no hay nada que hacer, ni siquiera sé por qué estoy llorando, ¿o tal vez lo sé? Agh, qué puto desastre. —dije lo último tapando mi rostro.
— Hey, dime lo que sucede, Eve. Solo hazlo, me está destrozando verte así y no creas que durante todo este tiempo que hemos pasado juntos no me he dado cuenta. Tu mirada siempre ha sido alerta pero alegre, y en los últimos tiempos veo cómo escondes una mirada triste; es casi imperceptible, pero lo noto y créeme, Eve. —Jake tenía rastros de lágrimas en su rostro. —He estado haciendo hasta lo imposible para que tus días sean amenos, pero si no me dices lo que está pasando, no solo te estás destruyendo a ti. Poco a poco, me destruyes a mí.
—Me voy Jake. —lancé sin más. Jake por otro lado, me lanzó una de esas miradas confusas.
—¿Cómo que te vas, Eve? Son las tres y tantas de la madrugada. Si quieres un espacio para ti, lo entiendo, puedo dormir en el sofá, no te tienes que ir. —Paró un momento con aire pensativo y continuó. —Mierda. ¿Fue por lo que dije antes? Eve, querida. —Había algo de desespero en su voz. — No quiero que te sientas presionada, siempre haremos lo que te haga sentir cómoda, a tu ritmo.
Joder, ¿por qué Jake tenía que ser tan dulce hasta en los momentos como este?
—No, Jake. No es nada de eso. Yo me voy de Inglaterra.
Y ahí vi en los ojos de Jake, algo que nunca olvidaré. Me estaba viendo como si le hubiera roto el corazón. Bien, tal vez era lo que había hecho.
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Te Encontré
Romance- Acuérdate de mí, cuando sientas que no hay amor suficiente para ti, para cuando sientas que estás sola, para cuando sientas que estás lista para amar. -suspiro, aguantando sus lágrimas, tan solo a unos centímetros de distancia. -Solo acuérdate de...