Te Encontré

12.

—Después me gustaría que habláramos sobre las cosas que nos quedaron pendientes de ayer, si no te molesta claro. —dijo Jake con su mirada puesta en la carretera.

—Claro, a mí también me gustaría. —él asintió estacionándose al frente de la casa de mis padres.

—Nos vemos, pequeña. —le dediqué una sonrisa, Jake besó mi frente y me bajé de su camioneta.

—Nos vemos, Jake.

Abrí la puerta de casa y ahí estaba mi padre como siempre sentado en su sofá de costumbre con un periódico en la mano.

—Hola, papá—dije sin poder evitar demasiado emocionada.

—¡¡Pequeña!!—dijo casi en un grito dirigiéndose a mi. —Sé que estuvimos juntos ayer, pero no tienes ni idea de la falta que hiciste esta semana. —al decir eso lo abracé con toda la fuerza que tenía.

—También te extrañé, papá.

—Y ¿Jake? ¿Por qué no pasó? —el comentario de papá me hizo sentir feliz, ya que lo estaba adentrando a nuestras vidas, aunque pensándolo bien no sé si debería estar feliz o con miedo.

—Él fue con Ronald y con el resto de los chicos a comprar sus trajes para la boda. —papá asintió.

—¿Por qué no vas y dejas tus cosas en tu habitación?

—Claro, ehm... Papá dentro de unas horas iré a la casa de Sara, hace algún tiempo que no estoy con ella

—Está bien, querida. ¿Necesitas que te lleve? — negué con la cabeza.

Al fin estaba en mi habitación.

no es como si prefirieras estar aquí que con Jake.

como decía, mi habitación seguía estando desordenada, aunque acababa de llegar no la ordenaría ahora.

Evelyn:
—quiero hablar contigo.

Sara ;)
—Mierda. ¿que hice ahora?

Evelyn:
—xd, nada solo quiero contarte cosas.

Sara ;)
—oh, chismes querrás decir, pues te espero en mi casa.

Treinta minutos después me encontraba en la casa de los padres de Sara y Adam, hacía ya algun tiempo que no venía, ya que normalmente Al y Michel los padres de mis mejores amigos alquilaban la propiedad, pero me alegraba que esta vez estuvieran ahí.

Evelyn:
—ya estoy afuera.

Sara ;)
—como si fuera necesario que me avises, solo entra.

Así lo hice, a pesar de que antes fuera una costumbre, me sentía algo extraña de entrar sin tener que tocar.

—¡¡Ahí está la única chica que cabe en mi corazón!!— dijo Adam abrazándome al verme entrar en su casa.

—Hey, yo oí eso tonto. —dijo Sara empujándolo. —Además Evelyn o está aquí para verte, ella vino a verme a mí.

—Bueno yo...

—¿ah sí? pues ella también es mi amiga por lo cual también vino a verme a ¡mí!

—¡chicos!

—¿ella te avisó que venía? ¡no! por eso shh, está aquí por mí

—¡¡¡pueden callarse por favor!!!—dije captando la atención de los hermanos. —vine para hablar con el que me quiera escuchar

—lo siento. — acabaron por decir al mismo tiempo.