Ladrón de almas(Voleur D'âme)

capítulo 9

Capítulo 9: El cáliz de fuego: Capítulo 9

Hola a todos,

Aquí está el último capítulo, que retoma inmediatamente el tema donde lo dejamos en el capítulo anterior. Como siempre, hay una nota del autor al final. ¡Hablemos!

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de nada.
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Aparecí fuera del cementerio y lancé inmediatamente el hechizo desilusionador. No podía correr o el hechizo no funcionaría, así que comencé a caminar rápidamente, yendo al ritmo más rápido posible para mantener el hechizo activo.

Rodeé una tumba particularmente grande y entonces pude verlos.

¡Mierda!

Pettigrew se agarraba su nuevo muñón de brazo y una pálida figura esquelética se pavoneaba delante de un grupo de figuras vestidas con túnicas.

"Llegué demasiado tarde", pensé mientras contemplaba a Voldemort y sus mortífagos.

Empecé a moverme más despacio, sabiendo que él reconocería el brillo de un hechizo desilusionador de rápido movimiento. Mi mente corría a un ritmo acelerado, tratando de sacar algo de la situación.

Podría intentar tomarlo desprevenido y matarlo. Ni siquiera estoy seguro de poder lanzar la maldición asesina, y eso es lo único que es lo suficientemente rápido para funcionar. Pensé.

Seguí acercándome mientras pensaba y vi el cuerpo de Cedric Diggory tendido anormalmente quieto, sin respirar.

No, pensé mientras contemplaba la vista que tenía ante mí.

Estaba a unos treinta metros del mismísimo Voldemort y finalmente pude verlo cuando se dio la vuelta. Su rostro estaba pálido y estirado sobre sus huesos, sus ojos estaban rojos y su nariz era inexistente. Es una abominación. No pude evitar pensar

Mi mente seguía corriendo a toda velocidad mientras contemplaba la vista, buscando una forma de salvar la situación.

Seguí acercándome cada vez más y, finalmente, estuve a un lado de los mortífagos, en un ángulo desde el que podía atacar a Voldemort si era necesario, pero al mismo tiempo manteniéndome fuera del camino de cualquier hechizo que pudieran lanzar.

No puedo hacer nada... tengo que esperar. Pensé cuando llegué a la conclusión de no actuar.

Si veo que algo sale mal, intervendré. Pensé mientras escuchaba la conversación. Aparentemente, me había perdido en mis pensamientos porque Pettigrew estaba deshaciendo las ataduras de Harry y le devolvió su varita.

"Te han enseñado a batirte a duelo, Harry Potter. Nos inclinamos el uno al otro, Harry. Vamos, hay que respetar las buenas maneras... Dumbledore quiere que muestres modales... Inclínate ante la muerte, Harry", dijo Voldemort mientras su varita parpadeaba y una palabra se susurraba a través del viento.

Harry obedeció y su parte superior del cuerpo se inclinó hacia adelante en una reverencia, antes de enderezarse de golpe y levantar su varita.

"Muy bien, y ahora me enfrentas como un hombre... erguido y orgulloso, como murió tu padre..."

Tomó aire antes de terminar. "Y ahora, nos batiremos a duelo".

Una maldición cruciatus voló por el aire y alcanzó a Harry. Sus gritos resonaron en todo el cementerio. Miré hacia otro lado, incapaz de soportar lo cobarde que era por no haberlo detenido.

Mis ojos se clavaron en Peter, admirando su mano con asombro e inmediatamente se me ocurrió un plan.

"¡NO LO HARÉ!"