☆ąཞɛŋą 3/4☆

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─ Mamá, mamá. ─ Llegando al interior del castillo, Harry abrió la puerta donde siempre estaba Vanu.

─ ¿Hijo, qué te sucede? ¿Estás bien? ─ Lo abrazó, al sentir su aroma alterado.

─ Mi padre intentó encerrarme, el rey Mac estaba con Jesfe y ahora no están, tampoco encuentro a Gafe y Ezel, mamá. ¿Qué tal si les van a hacer algo malo?

─ Los buscaremos. ¿Tu padre intentó encerrarte?

Harry asintió. ─ Sí.

Vanu asintió aturdida. Su esposo, el alfa de quien llegó a enamorarse, realmente era un desconocido cuando se traba del reino.

─ Esto tiene que ser juzgado. Buscaré a su hija y a su esposa, ellas deben de saber algo. Haden también va a ser juzgado por lo que intento hacerte, hijo.

─ Gracias mamá. ─ La abrazó y se alejó para ir a la puerta. ─ Debo de ir a buscar a Louis, no quiero que le hagan daño.

─ Date prisa hijo. ─ Habló con ánimo mientras ella tomaba unas cosas para salir y empezar la búsqueda.

Corriendo, Harry fue a uno de sus establos donde estaban los caballos más rápidos. Sin dudarlo, tomó al que tenía mejor fama y empezó su camino al pueblo de omegas.

Necesitaba estar ahí para saber que Louis estaba bien, tenía miedo de no encontrarlo. ¿Qué tal si antes habían venido por él? ¿Qué tal si su padre había venido aquí cuándo lo dejó en esa cueva?

El aire pasaba a su alrededor, la respiración del caballo sonaba fuerte y controlada. Entrando al pueblo, algunos omegas que estaban en su camino, se asustaron con su llegada.

─ Lou, cachorro. ─ Bajando de su cabello, llamó a la puerta. ─ ¿Lou cachorro, estás bien?

La puerta se abrió, dejando ver a la omega. ─ Majestad, es un honor tenerlo aquí.

─ ¿Dónde está mi Omega? ─ Preguntó entrando a la casa, caminando a las escaleras de Louis.

─ ¿No está en su habitación?

Al subir, Harry gruñó y bajó molesto. ─ ¿Dónde están todas sus cosas? ¿Lo sacaste de tu casa? Tenemos un acuerdo.

─ Majestad, yo no lo saqué de mi casa. ─ La omega negó asustada. ─ Debe de estar ahí, ¿no lo está?

─ Tengo que irme. ─ Saliendo cómo entró, volvió a su cabello con dirección a Rilu. Si no estaba ahí, definitivamente algo le pasaría a su alma.

A penas había pasado un día sin poder verlo, y todo se salía de control gracias a su padre. Esta vez, no dejaría pasar esto, no podía perdonar la amenaza de su padre hacia Louis, y lo que estaba planeado hacerle a él.

─ Lou, cachorro. ─ Sacó la llave de la casita, pero la puerta se abrió.

─ Harry. ─ Lo abrazó fuerte, al igual que él.

─ ¿Estás bien, Lou?

Con su rostro en su cuello, respondió. ─ Yo estaba muy preocupado, sentí que estabas alterado, me asuste mucho.

─ Cachorro, mi padre ha hecho algo desagradable. No sé dónde está, Gafe, Ezel y Jesfe. Estaba muy asustado porque tú no estuvieras a salvo.

Alejándose un poco para mirarlo, preguntó angustiado. ─ ¿Ellos no están? ¿Y tú estás bien? ¿Te hizo daño?

─ Trató de hacer algo, pero no pasó. Mientras tú estés a salvo, todo está bien... pero me preocupa que les haga daño a ellos. No sé que tenga en la cabeza para hacer esto.

Recordando lo que pasó más temprano, le dijo
─ Harry... Dalilah fue a buscarme...

─ ¿Cuándo, Lou?

Notando esa preocupación, suspiró y lo hizo entrar a su casita. Ambos se sentaron en la cama. ─ Soy muy tonto, eella siempre tiene razón cuando dice eso de mí...

─ Lou, eso no es verdad. ─ Tomó su rostro. ─ ¿Qué fue lo qué te dijo?

─ Me dio una frazada para poner mi aroma en ella. ─ Negó avergonzado. ─ Lo siento por seguir pensando en eso, sé que me has dicho que no es nada malo, pero mi ilusión es fuerte cuando creo que puede haber una solución...

Con cariño, Harry lo abrazó contra su pecho. Entendía perfectamente lo que estaba hablando.

─ Buscaré la solución. Mi abuela puede ayudarnos, Cachorro. No te sientas mal por querer encontrar una solución, te prometo que en futuro, tú tendrás, conmigo, todos los hijos que desees.

Ante esos pequeños ojitos brillantes, podía estar seguro que era la respuesta que necesitaba desde hace tiempo.

─ Gracias Alfa bonito. ─ Acarició su mano. ─ ¿Y ahora qué haremos con Jesfe, Gafe y Ezel?

─ Mi mamá los está empezando a buscar. ¿Pero, ella no te dijo algo más, Cachorro?

Negó con una sonrisa. ─ Dijo cosas que no son tan importantes. Pero me había dicho que te ibas a ir con Gafe y Ezel a un viaje de negocios por un mes.

Harry asintió. ─ Puede que ellos estén seguros. Ahora lo que falta sería Jesfe, tal vez se lo llevó a su Clan, ya que no están por el reino. Debería ir a buscarlo.

─ ¿Podemos ir, yo también? ─ Le pidió ansioso.

─ Claro. ─ Se puso de pie, mirando al rededor. ─ Trajiste tus cosas aquí. Por eso no las vi allá.

Louis asintió orgulloso. ─ Mjm. Ahora voy a vivir aquí, será mi primer invierno aquí. Traje todo lo que pude cargar, y lo más importante son todos los regalos que me has dado en mis cumpleaños.

─ Guau Cachorro, es maravilloso. ─ Con una sonrisa besó su frente. ─ Se ve más hermosa tu casita. Me encanta que quieras vivir aquí.

Al abrir sus labios para responder, un suave golpeteo en la puerta los sacó de su propio mundo.

Louis se acercó, Harry fue cerca para protegerlo de cualquier cosa.

Miró por un pequeño círculo que Harry había mando a hacer en la puerta. ─ ¿Hola, estás bien? ─ Abrió rápido y angustiado al ver. ─ ¿Te sientes bien? Hace mucho frío.

Un joven, tal vez de su edad, asintió.

─ ¿De donde vienes? ─ Sus ojitos miraron su ropa notoriamente gastada y un poco sucia.

Harry lo miró con una expresión bastante seria, este tipo de omegas no eran de territorio lejanos.

─ ¿Sabes cuántos años tienes? ─ Louis le preguntó con amabilidad.

El joven levantó sus diez dedos y después tres.

─ Ooh. ─ Con una sonrisa risueña levantó también sus diez dedos y después seis. ─ Yo tengo así. Pero pronto tendré uno más.

El joven sonrió y asintió.

─ Hay que dejarlo pasar. ─ Le dijo a su Alfa, con una sonrisa, cerrando un poquito la puerta.

Harry negó frunciendo sus cejas. ─ No sabemos que hace aquí, no huele a omegas conocidos. ¿Qué tal si planea algo?

Con una sonrisa más adorable, levantó sus brazos para que se inclinará. Al tenerlo cerca, le dijo rozando sus labios. ─ Si hace algo, yo te defenderé, como tú a mí... ¿no?

Harry asintió. Con Louis, su vocesita y con su aroma, se sentía como un gatito ronroneando. ─ Está bien, puede pasar.

Con una risita le agradeció. ─ Eres maravilloso, Bonito.

Harry sonrió mientras lo veía dejar pasar al joven. Su Omega definitivamente era encantador.

Tu'ub ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~ 𝐿𝒮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora