Tu'ub ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~ 𝐿𝒮

☆rคຖitค☆

─ ¿Por qué deberían pasar por un juicio? Está claro lo que hicieron. No sabemos si Gafe, Ezel y Jesfe están vivos. Ellos no merecen un juicio.

─ Hijo, ya sé que no. Pero debemos seguir las leyes, después del juicio les diremos a todos en el Clan, las traiciones y los males que han cometido. No existirán dudas de lo que merecen.

Harry suspiró.

─ Harry... yo creo que es lo mejor. Además, deberías descansar antes de todo esto.

─ ¿De verdad? ─ Lo miró.

Louis asintió.

─ Bien, entonces lo haré.

Vanu sonrió con un suspiro. Llevaban al menos una hora aquí, y solo hasta que Louis habló ahora, su hijo cedió.

─ ¿Cómo te sientes hijo?

Harry levantó su mano que sostenía la de Louis, y le dio un beso. ─ Estoy bien, me siento muy bien si estoy con mi cachorro.

Vanu y su madre sonrieron. Abel más al poder ver que Harry realmente era como Louis le había contado en los minutos que tuvieron.

─ Necesito estar en un lugar tranquilo, ¿no importa si me voy con mi cachorro?

Inevitablemente, la colita esponjosa de Louis salió mostrando su alegría.

─ Sería perfecto. Necesitas estar en un lugar seguro, y donde se sienta seguro tu alfa.

Harry asintió y después miró a Abel. ─ ¿El niño se puede quedar con ustedes?

Louis lo miró rápidamente. El rostro de Abel parecía estar a punto de desfallecer.

─ Pero Harry...

Harry lo miró. ─ Necesito hablar contigo en privado.

─ No te preocupes Lou. ─ Vanu le habló. ─ Lo voy a cuidar. Nos han enseñado a ser mejores.

─ Gracias reina. ─ Miró a Abel.

Sonrió mostrando sus dientes al asentir, estaba nervioso pero confiaba en que todo estaría bien.

─ Entonces volveremos en unas horas. ─ Harry se levantó con Louis de su mano.

Se despidieron antes de irse, decidieron ir caminando hasta Rilu. Solo caminaban en silencio, sintiendo sus manos y sus aromas reales. El frío estaba más presente, al ya ser casi de tarde. A pesar de todo, la felicidad y tranquilidad estaba con ellos.

El corazón de Harry sentía llorar de gozo al ver este lugar. Este hermoso lugar al que pertenecía y nunca debía volver a abandonar.

─ Harry, yo te prepararé comida. Aprendí a atrapar un conejo como lo haces tú. Como Dalilah había dicho que volverías en un mes, quise aprender a cocinar.

─ Gracias por cada cosa que haces cachorro. ─ Acercó su nariz a la naricita de Louis. ─ Amo mucho cada cosa que aprendes.

Los dos pasaron con un salto el agua helada de Rilu y siguieron corriendo hasta donde estaba esa casita que sería su lugar. Era el hogar que ambos necesitaban, el hogar al que querían pertenecer.

─ La llave está aquí. ─ Con una sonrisa Louis la tomó y abrió la puerta.

Al entrar, mencionó con cariño. ─ Me encanta lo que has hecho. Se siente con más vida. ─ Lo miró feliz.

Todo se podía borrar si veía a Louis, caminó a la cama y se sentó ahí, con Louis en sus piernas. ─ Tu aroma es mejor cuando viene de ti.

Con una suave sonrisa, Louis besó su mejilla acercándose delicadamente a sus labios. Al besarlos le recordó. ─ Aquí nadie puede hacernos algo, Harry.