Sugestión

Un taller muy especial

La mañana estaba templada, no hacia frio y el sol estaba débilmente tapado por nubes que hicieron que la mayoría de las personas que asistieron al taller de la imaginación fueran sin abrigo. El ambiente tomo color rápidamente a medida que los participantes llenaban el lugar ansiosos por la entrega del itinerario final el cual incluía un discurso de bienvenida y el listado de las actividades que fue muy bien recibido por las casi cincuenta personas que habían confiado con su asistencia.

Los talleres enfocados a la "activación emocional y la imaginación elevando la creatividad" eran muy demandados y esperados, y este no fue la excepción logrando acabar los cupos a los pocos días de abrirse la inscripción. Esa mañana comenzó el quinto taller del año donde los participantes sin temor dieron rienda suelta a su imaginación, y los menos creativos encontraron la soltura necesaria para llegar a la inspiración. Además, como en las otras reuniones se produjo una especial comunión entre todos ayudándose recíprocamente.

Carlos junto a su esposa Antonia son los creadores de estas actividades. Ambos amigos con Pedro, Mónica y Gabriela participaron desde niños en todas las actividades con mucha emoción. Para los dos los juegos de imaginar que aprendieron en la infancia era una magnifica forma de inventar e idear situaciones que incluso llegaban a emocionar a los auditores. Estos juegos motivaron a Antonia a ser escritora y a publicar su primer libro con una dedicatoria especial. "Dedico este primer libro a esos imaginativos juegos de infancia...". Y motivó a ambos a compartir esa forma de crear mediante los talleres que en gran medida están inspirados en esos juegos.

En los últimos días Carlos no ha tenido mucho contacto con Pedro, Mónica y Gabriela, pero estaba al tanto de que todos habían sentido cosas extrañas. Le conto a Antonia lo que ocurrió cuando estuvieron en la casa de la abuela de Mónica esa noche, pero en ese tiempo aun no sentían ni pensaban nada negativo. No quiso contarle las noticias actuales, <<mejor no le cuento nada, para que asustarla o parecer locos>> pensó después de que ella le contara un pequeño episodio al acostarse hace dos noches. Antonia se lo contó en tono de broma, sin darle importancia más allá de una burla hacia ella misma. Carlos solo se rio, pero por dentro era de total extrañeza. No quería mentirle ni ocultarle nada, pero tampoco quería crear una inquietud sin sentido, mucho menos antes del fin de semana de taller. Incluso había dejado de contarle lo que él sentía.

En esos talleres Carlos había conocido a dos personas que le había llamado la atención recordándole mucho a Pedro y a Antonia que en su tiempo de niñez y juventud luchaban con esa gran capacidad casi mágica de leer el aire para crear situaciones en los juegos creativos.

Uno de ellos era Marcelo, un tipo de 30 años que a los ojos y oídos de todos podía ir contando situaciones con gran facilidad con solo tocar un objeto y concentrarse. Para sorpresa de los participantes uno de los asistentes era él. Carlos y Antonia se acercaron para saludarlo contentos de que asistiera nuevamente dándole una cariñosa bienvenida.

La última vez que visitó el taller pasó algo que no solo llamó la atención ese día, sino que causo un revuelo tal que fue tema de conversación varios meses después entre los que estuvieron presente, en los que no y en los que se enteraron y querían tener la oportunidad de conocerlo. Algunos para alabarlo, otros para desenmascararlo y otros simplemente para ver su show. Marcelo no solo aceptaba las bromas de su capacidad de imaginar, sino que además él decía que era algo natural que todos podían tener e ir desarrollando. Él practicaba yoga, meditación y mantenía siempre un pensamiento abierto. Comentaba que eso lo hacía ir más allá de lo físico y entrar en una dimensión especial. Todo eso siempre causaba más de una mirada rara con sonrisa irónica, ya que la mayoría de los que seguían los talleres lo consideraba más una cursilada y una moda de estilo de vida que algo de verdadera ayuda para hacer volar la mente.