here we go again 😎
---
pido por tu ausencia, que me hace extrañarte
que me hace soñarte cuando más me haces falta (...)
que soy yo quien te espera, que soy yo quien te llora
que soy yo quien te anhela, los minutos y horas
---
Escuchó el pitido que anunciaba el último aviso del metro y apretó los dientes, saltándose los últimos peldaños de la escalera. Corrió todo lo que pudo y logró entrar en el último momento, empujando a dos chicos que se habían apoyado cerca de la puerta. Les pidió perdón, un poco avergonzada, y trató de controlar su respiración agitada. El corazón le latía desbocado en el pecho y notaba la sangre circular a toda máquina por todo su cuerpo, pero nada tenía que ver con la carrera que se había pegado. Sacó el móvil, tratando de contener la sonrisa, y abrió Whastapp.
V: Ya he salido!
V: me ha ido bien, creo que tengo posibilidades...
V: te llamo en cuanto llegue a casa
Guardó el teléfono e inspiró de nuevo, relajándose y tratando de liberar algo de tensión. Se sentó en un asiento que quedó libre y pasó los siguientes minutos del trayecto mirando por la ventana, observando como el subsuelo de Madrid corría a toda velocidad ante sus ojos. Suspiró, un poco nostálgica.
Había vuelto a la capital después de celebrar el día de Reyes con su familia, decidida a darle una nueva oportunidad a su carrera. Pero ya llevaba unas cuantas semanas allí y el sentimiento de nostalgia y morriña por su Granada no la dejaba en paz. Echaba de menos sus calles, su olor, su arte, su magia. A sus padres, a su hermana. A sus amigos. A Denna, a Álex, a Lucas, a Álvaro, a...
Apoyó la cabeza contra el cristal y cerró los ojos. La ventana del metro vibraba con el traqueteo del tren y dejó que esa inercia agitase sus pensamientos durante un rato.
Echaba de menos a Chiara. Muchísimo. Pero no como la última vez que se había marchado a Madrid, que el dolor de su ausencia era desgarrador. Ahora la extrañaba con el corazón contento y un puntito de ilusión. La menorquina todavía no había hablado con ella y Ruslana. Era 3 de febrero, pero la morena seguía dándole vueltas a qué hacer. Se centraba en sanar sus heridas previas y decidir que quería en el futuro.
Y era cierto que a Violeta la espera se le estaba haciendo eterna, pero había prometido darle espacio y esperarla lo que hiciese falta. Esta vez, estaba dispuesta a cumplir su palabra.
Bajó en su parada e igualó el ritmo frenético con el que se movía la gente que la rodeaba. Tenía prisa por llegar a casa, tanta que, al entrar por la puerta, ni siquiera saludó a sus compañeros de piso. Se encerró en su cuarto y tiró el bolso y la chaqueta sobre la cama de cualquier manera.
Sacó el móvil y llamó a la persona con la que estaba deseando hablar.
- ¿Sí?
- ¡Almu! - Exclamó.
No podía ver a su mejor amiga, pero se imaginó una sonrisa en su cara debido a su entusiasmo.
- Buenas tardes, Violeta. - Se rio Denna. - Veo que ha ido bien la cosa.
La reportera se llevó un dedo a la boca y lo mordió, nerviosa.
- Yo creo que sí, tía. - Confesó. - Pienso que le caí bien al señor de la entrevista. Creo que tengo posibilidades de conseguir el trabajo.
ESTÁS LEYENDO
Life After Love
FanficVioleta es una periodista recién graduada que trabaja en Madrid y vuelve a casa unos días en busca de paz mental. Ruslana, su prima pequeña, acaba de mudarse con sus tíos para estudiar un máster de Bellas Artes en Granada. Ambas llevan años sin vers...