Life After Love

13. we are young

I know I gave it to you months ago

I know you're trying to forget

But between the drinks and subtle things

The holes in my apologies, you know

I'm trying hard to take it back

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La cita Ruski resultó ser una comida de amigos que había ido bastante mejor de lo que Violeta hubiese esperado jamás. Bea y Paul la habían tratado con bastante normalidad, dadas las circunstancias, y Martin y Ruslana parecían odiarla por momentos, pero al menos habían sido educados con ella. Chiara, por su parte, actuaba con total naturalidad, como si tener a su ex -o lo que quiera que fuese la periodista- comiendo con su círculo más cercano fuese algo que ocurriese cada domingo.

- Pestañea dos veces si Kiki te ha secuestrado y quieres huir. - Intentó bromear Bea.

Habían sido las dos primeras en pagar y estaban ya liberadas, caminando hacia la salida del restaurante. La reportera se rio y negó con la cabeza.

- ¿Estoy loca por estar aquí? - Preguntó.

- Sinceramente creo que estás mucho más loca por otras cosas, la verdad. - Espetó la morena, sin preámbulos. - Pero creo que ya lo habéis hablado y ella parece satisfecha con la conclusión, entonces yo la respeto.

- Gracias. - Respondió la granadina, un poco avergonzada.

- Eso sí, te lo advierto ya. - Continuó la pianista. - Más te vale que eso de la tregua y las amigas vaya en serio por tu parte, porque como vuelvas a destruirla, no descansaré hasta hacértelo pagar. - Advirtió, señalándola con el dedo. - Es una amenaza.

Violeta tragó saliva y forzó una sonrisa. Estaba a punto de responderle, pero Chiara las interrumpió.

- Girls! ¿De qué habláis? - Se interesó, abrazando a Bea.

Violeta notó un pequeño pinchazo de envidia, pero entendía que todavía no estaban en el plano del contacto físico. Paciencia y calma.

- Nada, le estaba preguntando a la Vivi que qué tal la vida por Madrid, que como lo llevaba. - Mintió Bea, con una sonrisa dulce.

- Los chicos dicen de ir un ratito al Parque a tomar algo. - Propuso la inglesa. - Es sábado y hay tarde de karaoke. Podemos ir y tocar un ratito.

Dijo la última frase más en tono de pregunta que de afirmación y Bea aceptó al instante.

- Tú vienes, ¿no Vi?

Violeta miró alrededor, nerviosa, buscando una salida a la proposición. Ruslana, Martin y Paul caminaban unos pasos por detrás, hablando entre susurros y murmullos. Bea, por su parte, la miraba atentamente, esperando su respuesta.

Lo más lógico era negarse e irse a casa, dejar que el grupo disfrutase de sus planes a su ritmo, pero Chiara la miraba con esperanza y con una sonrisa enorme en los labios y Violeta era muchas cosas, pero fuerte para resistirse a ella precisamente no.

- Vale, pero una cerveza y me voy.

La morena aplaudió emocionada y corrió hacia el resto de sus amigos para confirmarles el plan. Bea alzó una ceja y le soltó otra advertencia.

- Espero, por tu bien, que sepas a lo que estás jugando.

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El karaoke también resultó ser más divertido de lo que Violeta esperaba. Cuando pensaba en algo así, siempre se imaginaba la típica horterada de canciones de otras décadas y grandes éxitos verbeneros. Sin embargo, lo que organizaba El Parque era algo mucho más Gen Z, con temas actuales e incluso artistas poco mainstream. Era una mezcla disfrutona y ligera que puso a la periodista de buen humor a los diez minutos de estar allí.