Buenas! Ahí va un capítulo laaaaaaaargo e intenso, para compensar los días de ausencia (y por que no sé cuando podré escribir el siguiente :/ ). Pensé en dividirlo en 2, pero al final decidí hacerlo todo así para que os quede el mismo tema juntito. Enjoy!
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And I'm here, to remind you
Of the mess you left when you went away
It's not fair, to deny me
Of the cross I bear that you gave to me
You, you, you oughta know
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Nada más despertarse, se dio cuenta de cinco cosas.
Lo primero fue el tacto suave de las sábanas bajo su piel. Eran sedosas y la envolvían con ligereza, como si estuviese en una nube.
Lo segundo fue la claridad. Tenía los ojos todavía cerrados, pero notaba a través de los párpados que ya era de día, seguramente bien entrada la mañana.
Lo tercero, el olor tan familiar que la invadía al respirar. No identificaba exactamente lo que era, pero resultaba agradable y envolvente. Estaba segura de que lo conocía, pero no alcanzaba a distinguir de qué.
Y la cuarta fue el dolor de cabeza. Un pinchazo le atravesó el cráneo y la hizo revolverse. Subió el edredón y se tapó hasta arriba, abrazándose a sí misma y acurrucándose bajo las mantas. Sintió que la presión iba a estallarle el cerebro. Tenía la boca pastosa y el cuerpo pesado, agotada y débil para moverse.
Suspiró con las pocas fuerzas que le quedaban y rezó para que la resaca se apiadase de ella y se le pasase en pocas horas. Intentó relajarse y dormirse de nuevo, concentrándose en la música que sonaba de fondo.
La música. La quinta cuestión.
Los acordes de una guitarra le llegaban desde la distancia, lo suficiente como para escucharlos, pero no tan fuertes como para despertarla. Era una melodía suave, acogedora, que le sacó una sonrisa de manera inconsciente.
Tuvo la sensación de estar viviendo un déjà vu. Como si ya se hubiese despertado así alguna vez. Como si esa cama, esa fragancia y esa canción ya hubiesen sido parte de ella. Como si, de un momento a otro, Chiara fuese a cruzar la puerta y-
Frenó sus pensamientos en seco y abrió los ojos, sobresaltada. No se movió, pero observó durante unos segundos todo lo que la rodeaba. Estaba en la casa de los Oliver. En la habitación de su hija mayor, concretamente.
Un pequeño temblor le recorrió la espalda y lo primero que sintió fue pánico. ¿Qué hacía allí? ¿Cómo había llegado? Y, ¿por qué la otra mitad de la cama estaba fría y vacía?
El sonido de la guitarra resolvió todas sus dudas: estaba sola en la cama porque Chiara estaba fuera tocando, seguramente en el balconcito que daba a la calle. Allí tenía una silla y una mesita pequeña donde se pasaba horas y horas ensayando y componiendo. Era su rincón favorito de la casa. Y se había convertido en el favorito de Violeta también.
Prestó atención y fue capaz de reconocer la canción. La balear tocaba Feel, de Fletcher, y Violeta rodó los ojos con lo irónico de la elección del tema. Beber para olvidar, justo lo que la había llevado a donde estaba. Se aclaró un poco la garganta, que le dolía de haber gritado toda la noche.
- ¿Kiki? - Cuestionó con la voz rasposa y dubitativa.
La música cesó al instante y la reportera se tensó. Uno, porque estaba de espaldas a la puerta del balcón y le dolía hasta el alma para moverse. Dos, por el uso del diminutivo de forma automática, como si tuviese todavía el derecho de emplearlo. Y tres, porque apenas recordaba nada de la noche anterior y no sabía cuál podría ser la reacción de Chiara.
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Life After Love
FanfictionVioleta es una periodista recién graduada que trabaja en Madrid y vuelve a casa unos días en busca de paz mental. Ruslana, su prima pequeña, acaba de mudarse con sus tíos para estudiar un máster de Bellas Artes en Granada. Ambas llevan años sin vers...