Life After Love

23. i want love

Lo prometido es deuda y aquí tenéis la segunda parte del cumple de Kiki. Ya tengo escrito lo siguiente, así que espero actualizar otra vez esta semana. 

Gracias de nuevo por la acogida de cada capítulo y por toda la gente nueva que se está incorporando, me ponéis el corazoncito contento 🥰🥰🥰

Abrochaos los cinturones, que encaramos las últimas curvas. Enjoy! 

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I want love

I want you and me,

There's no confusion

Breaking all our new year's resolutions

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- Toma, tiene pinta de que necesitas esto.

Violeta dejó el cubata en la mesa y se sentó enfrente de Ruslana. Habían cenado en la casa de los Oliver y, al terminar, se habían arreglado para salir de fiesta. Estaban en la segunda discoteca de la noche, pero las horas pasaban demasiado lentas para la granadina y la ucraniana.

- Gracias. - Respondió la tinerfeña, sin mirarla.

La andaluza suspiró, pasándose una mano por el pelo. Desde que había escuchado a Chiara cantar 'Cada vez', ella también se había quedado tocada. Pero, por lo menos, intentaba mantener la educación.

- Siento haberme presentado así. - Se disculpó de nuevo, sintiendo que la culpa corroía una parte de su conciencia al ver así a su prima. - Tendría que haberte avisado.

Ruslana asintió lentamente.

- Ha sido una jugada maestra, eso desde luego. - Ironizó la bajista. Violeta encajó el golpe apartando la mirada y sonriendo de manera sarcástica. Ruslana suspiró, sabiendo que la culpa no era de la periodista. Si ella estuviese en su misma posición, posiblemente hubiese intentado lo mismo. - Escucha, si es por la cama, yo-

- No es por la cama, Rus. - La cortó la reportera. - Me importa una mierda la cama.

La tensión se podía cortar con un cuchillo. Las dos mantenían las espadas en alto, defendiendo sus posiciones, y aquello no se parecía en nada a la tregua que se habían prometido semanas atrás. La canaria suspiró con resignación, decidiendo aliviar la situación. Cogió la copa de la mesa y miró a la andaluza, alzando una ceja.

- No estará envenenada, ¿no? - Cuestionó. - ¿No habrás escupido dentro?

Violeta se rio, relajándose un poco.

- ¿Quieres que le dé un sorbo para demostrarte que está bien?

Ruslana le acercó el vaso y la granadina rodó los ojos con un gesto dramático, pero bebió un buen trago.

- ¿Ves?

Su prima se rio y bebió, fiándose de ella. Los ojos de la bajista buscaron a Chiara en la pista y Violeta siguió su mirada. La menorquina bailaba con Álvaro y Bea, intentando olvidarse de su drama amoroso por una noche.

- La canción de antes no tenía un significado colectivo, ¿verdad? - Se interesó Ruslana, aunque su tono indicaba que ya sabía la respuesta. La reportera se limitó a beber y ponerse colorada. - Lo imaginaba.

El silencio incómodo volvió a instalarse entre las dos.

- No sé si quiero seguir con esto. - Confesó Ruslana, girando su bebida y exteriorizando lo que estaba pasando por su cabeza.

Violeta frunció el ceño.

- ¿Con qué?

La ucraniana le sonrió con desgana.