Un accidente (Jungkook y T/N)

Capítulo 17: Salida

Narra Tn

Jungkook siempre me invitaba a salir, o no faltaba día que hacía algo lindo por mí.

Jk: te traje unas rosas. Quieres salir a caminar? Recién son las 21:00

Tn: me encanta la idea, vamos. —recibí las hermosas rosas con entusiasmo y disfruté de su fragancioso aroma— son hermosas —besé su mejilla— gracias Jungkook.

Se sonrojó de inmediato y respondió con una bonita sonrisa. Pronto acomodé las rosas en agua y salimos a caminar.

Jk: dime qué tal tú día?

Tn: algo aburrido. Mejor cuéntame del tuyo.

Jk: entiendo... yo estuve grabando en el estudio, recién llegué a casa y me bañé.

Tn: debes estar muy cansado.

Jk: un poco, estuve todo el día en la empresa.

Tn: no es sano que trabajes así, debes cuidarte.

Jk: ya estoy acostumbrado, ¿sigamos caminando hasta un puesto de comida? Tengo hambre, esperé horas para cenar.

Tn: pero hay una cafetería en la empresa. —me sonrió.

Jk: no me dejaste terminar. —explicó—. Esperé horas para cenar contigo. —soltó una risita— somos perfectos juntos. —detuvo su caminar y tomó mi cintura—. Tú eres perfecta para mí —acercó su labios a los míos— te amo.

La respiración mezclada y un nerviosismo que hacía latir mi corazón, sonreí un poco.

Tn: yo también te amo, más te vale que esta no sea otra de tus estrategias para enamorar chicas. —negó

Jk: no las necesito, porque ya te enamoré —habló burlesco.

Tn: sigues en período de prueba jeon

Comenzó a reír mientras jugaba con el piercing de su labio, se veía muy bien.

Jk: yo pensé que ya eras mía.

Tn: ya quisieras. —seguimos caminando hasta que rápido tomó mi mano entrelazando nuestros dedos.

Jk: igual no te dejaré libre tan fácilmente.

Le sonreí y noté un detalle que no había observado antes. Y lo detuve.

Tn: todavía traes maquillaje.

Jk: es que... tenía una sesión de fotos, luego me limpiaré. —lo miré seria y me acerqué a ver su rostro detenidamente.

Tn: también tienes los ojos un poco hinchados. —hablé preocupada.

Jk: yaa...

Le restó importancia y me evadió hasta volver a casa, se echó en mi regazo en el sillón, no me engañaba, estaba cansado.

Tn: me preocupa tu salud. —lo acomodé sobre una almohada y traje todo lo necesario para limpiar su rostro mientras veía la tele.

Jk: no... yo luego voy ha hacerlo. —dijo serio y le hice puchero fingiendo enojo— bien... —suspiró y cerró sus ojos dejándome limpiarlo.

Tn: te quiero sano.

Jk: vas a ver lo feo que me veo sin maquillaje. —se quejó, pensé que estaba jugando pero no se río.

Tn: eres guapísimo, con o sin maquillaje. Te amo mucho, por favor quiero que estés sano. —lo besé dulcemente— me doy cuenta de que te maquillas más que yo. —ambos reímos.

Estaba preocupada por él, su trabajo requería de constante esfuerzo físico, ir de aquí para allá, todo se basa en su imagen, no tener mucha privacidad.

Tn: quiero que ocupes más tiempo para cuidarte, sólo para tí. Siento que tu vida es muy agitada.

Jk: el tiempo para mí es estar a tu lado.

Tn: quiero que tengas tiempo sólo para tí, quiero que priorices tu salud.

Jk: no me quites el tiempo contigo, tú eres mi salud, amo estar contigo, eres mi descanso. Tienes razón, llevo una vida muy agitada. —me miró a los ojos y me dio una sonrisa.

Pude observar su rostro sin maquillaje, tenía ojeras y algunas manchas en el rostro, pero para mí seguía siendo el chico más guapo de todos. Lo amaba cada vez más. Acaricié suave su piel.

Jk: cuando entro a tu casa —suspiró— o simplemente, cuando estás conmigo, todo es más fácil. Más llevadero. Haces que mi vida sea bonita.

Tn: bien... entonces yo deberé cuidarte más a tí —sonrió feliz.

Jk: entonces ya debería mudarme aquí, prácticamente sólo voy a casa a cambiarme y dormir. Ahora bésame —ordenó e hizo puchero esperando mi acción.

TN: no —reí ante su indignación.

Jk: si no me besas me voy a enojar.

TN: debería besarte?

Jk: claro que sí, soy tu novio. —frunció el ceño.

TN: tal vez no debería besarte, eres bonito haciendo berrinche, niño berrinchoso.

Jk: no soy un niño. —se sentó en el sillón y cruzó los brazos.

TN: por tus berrinches pareces uno.

Jk: no lo soy, —me atrajo a su cuerpo atrapándome en sus brazos— sólo tu hombre puede hacerte gritar en la cama.

TN: igual no voy a besarte —le saqué la lengua y arrugué mi nariz.

Jk: ¿qué debo hacer para que me beses?

TN: ve a lavarte la carita con agüita y con jabón, ya terminé.

Le sonreí y se levantó a obedecer.

Jk: amor... —fuí a verlo al baño y me apoyé en la puerta.

TN: ¿qué pasa?

Jk: ya me lavé el rostro, pero estoy feo —se cubrió su rostro— no me mires.

Reí de su accionar y suave alejé las manos de su rostro.

TN: nunca he conocido a un chico más guapo que tú... —lo miré enternecida y besé sus labios dulcemente.

Jk: eres la mujer más hermosa del mundo, no tienes idea de cuanto te amo.

El beso tierno en un inicio se había tornado deseoso y necesitado. Pronto nos detuvimos.

TN: tranquilo, sino no habrá quien nos pare y se nota que estás cansado.

Jk: no lo suficiente —reímos.

Nos acostamos en cama, no tardó casi nada en dormir profundamente. Realmente necesitaba descansar.

Desperté en la madrugada, observé el reloj, eran las 5:49 am. , no se encontraba a mi lado, me levanté a buscarlo encontrando sólo una nota.

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Amor tuve que irme en la madrugada, perdóname, luego voy a llamarte.

Que tengas un gran día princesa.

Te amo.

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Sonreí al leerlo, por favor cuidate mucho, puedo notar el cansancio que tienes, volví a dormir.