Un accidente (Jungkook y T/N)

Capítulo 31: vivir juntos

Narra Jungkook

Movía las cajas que ella me pasaba, mientras las ordenaba, era la cuarta caja que bajaba. Íbamos a vivir en mi casa, la dejé en la puerta y volví a subir.

Tn: no lo sé, quiero conservar el apartamento —la abracé— ¿por ahí me botas porque ya no me soportas? —carcajeé.

Jk: eso nunca va a pasar, lo más probable es que tu me botes.

Tn: voy a extrañar mi apartamento ¿En verdad estamos haciendo esto?

Jk: sí, de verdad. Te arrepientes? —pregunté preocupado mientras acariciaba su cabeza.

Tn: no, va a gustarme vivir contigo. Te amo

Jk: pero sientes que es demasiado rápido... —suspiré, temía que esto pasara pero prefería que ella estuviera cómoda— si quieres podemos cancelar la mudanza. Lo entiendo. —hablé

Tn: no, por supuesto que no —inconsciente sonreí— yo te dije que sí, ya te dí mi palabra, va a gustarme, sólo sentí nostalgía.

Jk: quiero que lo veas como un nuevo comienzo juntos, sólo tú y yo.

Tn: sí —me abrazó fuerte— te amo

Jk: te amo —besé su cabeza.

Xx: señor donde voy a poner estas cajas?!

Jk: ya vengo vida. —susurré y bajé abajo

Narra Tn

Estábamos en la puerta de su casa.

Tn: Siento que me botaron de mi casa y me acoges en la tuya.

Jk: esto será nuestro hogar hasta que compremos una casa.

Tn: bien, me gusta la idea.

El resto del día nos pasamos acomodando mis cosas, terminamos cansados echados en cama.

Tn: puedo acostumbrarme a esto —cerré mis ojos disfrutando la comodidad de la cama.

Jk: amaré encontrarte luego de un día cansado. —me acerqué a su cuerpo y apoyé mi cabeza en su pecho.

Tn: gracias por ayudarme a mover todo.

Jk: somos pareja, ahora somos dos o uno? Dos para hacer uno solo.

Tn: sí —sonó su estómago

Jk: perdón, tengo hambre. —besé su mejilla.

Tn: yo también tengo hambre, voy a hacer tecito, ya vengo.

Me levanté, sin muchos ánimos, mis pies estaban agotados y mis brazos también.

Igualmente hice delicioso té de canela y clavo de olor acompañado de galletas y pan.

Tn: Jungkook, ven a tomar té. —reí un poco al verlo bajar igual de cansado que yo. Ambos estábamos sucios, tenía una mancha en el rostro y su cabello estaba caido luego de llevar gorra todo el día.

Jk: no te rias, tu estás igual. —con su mano sucia me manchó el rostro.

Se había vuelto una pelea de ver quien estaba peor, evitaba a toda costa que me ensucie pero terminamos abrazados mirándonos frente a frente.

Tn: te amo. —besé su mejilla.

Jk: bésame bien —unió sus labios a los míos y sonrió al separarse— amo ya no tener que volver a mi departamento. Te amo Tn —llenó de besos mi rostro y reí