Capítulo 35

253 24 2
                                    

Anthony entró de golpe en su oficina en el Gard. No había esperado para nada lo que vio al hacerlo: uno de los Nefilim estaba tirado en el suelo, claramente inconsciente, había libros tirados por el suelo y la lámpara estaba desconectada y con una abolladura del tamaño de una cabeza humana.

La chica estaba luchando con Nighknight en el centro de la oficina y claramente iba ganando. El hombre intentó agarrarla por el cuello pero ella era menos grande que él, lo que le permitió moverse rápidamente y así pasar por debajo del brazo del hombre, quedar detrás de él y propinarle un fuerte codazo en la nuca. Nighknight cayó inconsciente en el acto y la chica se dejó caer al suelo cansada mientras se miraba las manos y soltaba una palabrota. Anthony dio un paso hacia ella y la chica saltó, poniéndose en pie y volviéndose hacia él. Anthony se quedó sin aliento al ver que no se había equivocado sobre la identidad de la dueña de aquella espada.

Era la misma que hace cinco años atrás, solo que ahora llevaba el cabello negro cortado a la altura del mentón. Ella lo miró y su rostro denotaba tanta sorpresa como el de Anthony.

—Hope —susurró él. Hope tomó aliento sonoramente ante el sonido de su nombre en los labios de Anthony después de tanto tiempo. Era lo único que había soñado escuchar durante años.

Solo que, en esas condiciones, era como una pesadilla.

—Hope —volvió a decir él, esta vez más fuerte. Convenciéndose a si mismo de que quien estaba frente a él era verdaderamente ella. Hope cerró los ojos.

—¿Qué hago aquí? —fue lo único que ella dijo. Anthony se echó hacía atrás.

—Podría hacerte la misma pregunta —dijo él manteniendo la calma. Ese control estada amenazando dejarlo—. ¿Qué haces aquí?

Hope soltó un bufido

—No lo sé. Vine por voluntad propia y no por dos tipos extraños que me trajeron inconsciente —respondió ella con sarcasmo. Anthony chasqueó la lengua.

—Cosa rara —dijo él—. Tu desviando un tema.

—Cállate, Anthony —soltó ella cubriéndose el rostro con las manos.

—¿Qué te pasó? —preguntó él al mismo tiempo—. Mejor dicho, ¿qué pasó en la Isla?

Hope levantó la vista y lo miró. Sus ojos, dorados nuevamente, lo miraron con una ira contenida. Pero una parte de Anthony, probablemente su corazón, sabía que esa ira no iba dirigida a él. No podía creer eso.

—Han atacado la Isla ¿y prefieres quedarte aquí haciéndome preguntas? —Hope negó con la cabeza con una sonrisa falsa en los labios mientras se dirigía a la puerta—. No tenemos tiempo para esto...

Anthony se puso entre la puerta y ella, tomándola por el brazo para evitar que se fuera.

—¿En serio? No lo había notado —respondió él molesto—. ¿Qué rayos te pasó?

Hope levantó la vista hacia él lentamente y luego miró la mano de él en su brazo.

—Qué seas el Cónsul no me importa, Anthony —dijo ella en voz muy baja—. Suéltame, me haces daño.

Anthony retiró la mano poco a poco sin dejar de mirarla a los ojos. Él sentía algo extraño, como si la mujer delante de él no fuera la misma que se despidió de él con lágrimas en los ojos. Anthony sabía que Hope nunca le habría hablado así, por más molesta que estuviera, ella nunca era tan brusca con él.

—Hope —susurró él. Ella lo miró sin expresión—, lo siento. Pero no creo que debas ir allá...

—Hay gente herida y no pienso cruzarme de brazos —dijo ella—. No permitiré que más nadie muera por culpa de... —Ella se calló de golpe y desvió la vista. Mirando a los dos hombres inconscientes en el suelo. Luego frunció el ceño—. Creo que me pasé un poco.

LLS #2 Ciudad de las Sombras del Pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora