Capítulo 10

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Creo que es la primera vez que toco el tema de Malec en esta historia, no me maten si quedo mal, espero que les guste.

Besos, Sky.

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Magnus Bane había pasado los últimos treinta años de su vida preguntándose si no había sido un error vincular su vida a los Cazadores de Sombras. No lamentaba para nada los años junto a Alec Lightwood. Por amor a Alec le había sido fácil soportar las miradas de desagrado en muchos Cazadores de Sombras durante décadas.

Los peores años habían sido los que vinieron después de la muerte de Isabelle y la segunda desaparición de Hope; Magnus recordaba esos primeros meses como noches en vela para calmar a Alec, para recordarle que él estaba a su lado. Que no fue su culpa, y que era parte de la vida de los Nefilim morir en batalla. Luego, cuando el Instituto de Nueva York estuvo a punto de quedarse sin director, Alec se había lanzado a por el puesto. Más tarde el pelinegro le contaría a Magnus que él no podía dejar que el Instituto cayera en manos de cualquier otro Cazador de Sombras.

 —Idris podrá ser mi lugar de nacimiento. Podrá ser la cuna ancestral de los Nefilim, pero el Instituto es mi hogar, es el lugar que me vio crecer —había dicho él. Y Magnus no había tenido el corazón necesario para decirle lo contrario.

Pero ahora, tres décadas después se preguntaba en que parte de su vida había cometido un error. Y una parte de él sospechaba que fue el momento en el que Alec y él estuvieron de acuerdo en adoptar a Christopher. Recordaba perfectamente ese día:

—¿Cuál era el misterio? —preguntó Isabelle a Alec y Magnus. Todo el grupo estaba reunido fuera de la oficina del Inquisidor en Idris porque repentinamente Robert Lightwood había solicitado hablar con Alec y Magnus.

Alec recorrió con la vista a todo el grupo. Izzy se dio cuenta de que su hermano estaba tan pálido como un vampiro.

—Nos ha preguntado que opinamos de la paternidad.

Desde Jace hasta Simon se quedaron boquiabiertos.

—¿Paternidad? —preguntó Isabelle tan asombrada como el resto. Alec asintió—. ¡Esto es increíble! —explotó Isabelle de repente y empezó a caminar de un lado a otro, gesticulando exageradamente con las manos—. Primero te arma la bronca del siglo porque eres gay, luego porque te gusta Magnus. Luego te suelta que su Parabatai era gay y estaba enamorado de él, pero ahora te pregunta sobre paternidad.  ¡Que se decida! Le gusta o no le gusta la idea, ¡no ambas!

—Izzy, tranquila —dijo Simon tomando su mano. Fue a decir algo más pero una mata de cabello negro se asomó repentinamente desde la esquina de la pared—. Anthony, sal de ahí.

Para el asombro de Simon quien salió de su escondite fue una Hope Herondale de seis años. Su vestido naranja estaba lleno de pintura y una de sus trenzas estaba manchada de azul, sin embargo la niña no parecía para nada molesta, solo divertida.

—Hope —dijo Jace mirando a su hija desaprobatoriamente, pero había una pequeña sonrisa en las comisuras de su boca—. Por favor dime que no estabas jugando con las pinturas de Clary.

La niña junto las manos detrás de ella, sonrió y se quedo callada. Jace se pasó las manos por la cara y suspiró.

—¡Te atrapé! —dijo Anthony apareciendo repentinamente detrás de la chica. Pero al ver que esta no se movía, vio hacia adelante y notó a sus padres. Enseguida el niño escondió sus manos detrás de su espalda igual que Hope.

 —Anthony, muéstrame las manos —dijo Isabelle cruzándose de brazos y poniéndose al lado de Jace. Anthony negó.

 —Fui yo —dijo Hope de repente colocándose frente a Anthony para protegerlo de la mirada desaprobatoria de sus padres—. Jugábamos a las escondidas y yo me tropecé en el estudio de mamá. No fue culpa de Anthony.

LLS #2 Ciudad de las Sombras del Pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora