LLS #2 Ciudad de las Sombras del Pasado.

Capítulo 9

Hola, creo que voy a publicar varios capitulos seguidos porque como sali mal en matemática... algo me dice que me van a castigar, ¿pero que esperan? ¡Voy a ser escritora, no matemática!

Besos, Sky.

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—¿Por qué tardan tanto? —preguntó James a nadie en particular extrañado porque Ellie y Gabe no hubieran aparecido todavía—. Las Salvaguardas pueden cerrar el Portal en cualquier momento.

—No tardan mucho —respondió Sophie sintiendo como el vinculo Parabatai estaba cada vez menos tenso. Thomas se acerco a ella y puso sus manos en los hombros de ella.

—¿Estás segura de que te encuentras bien? —le preguntó Thomas en voz baja. Sophie asintió levemente y se giró para verlo a la cara.

—Si, solo duró unos segundos.

—Puede tomar tiempo acostumbrarse a estar lejos de tu Parabatai. Así sea un poco —dijo él con expresión nostálgica.

—¿Y tú como sabes eso? —pregunto la castaña. Thomas hizo a un lado el cuello de su camiseta y Sophie se sobresaltó con lo que vio. Justo en la base del cuello Thomas tenía la runa del poder angelical, pero a la derecha de esta, había una runa Parabatai, desvanecida. Solo estaban los bordes y la cicatriz plateada indicando que él estuvo unido a otra persona en el pasado.

—Tenía trece años cuando mi hermana adoptiva y yo nos hicimos Parabatai —susurró él—. Miriam murió en una batalla contra un demonio Hidra en Londres un año y medio después, no estábamos preparados. Esa cosa se abalanzó sobre ella, Mir se movió como por arte de magia, lamentablemente una de las cabezas del demonio la alcanzó, el icor le quemo la piel y el veneno llegó a su sangre. Eso la mató.

—Lo siento tanto… —dijo Sophie colocando una mano sobre el pecho de Thomas inconscientemente—. No tenía idea.

Thomas levantó la vista para ver a Sophie a los ojos.

—Lo que la hermana de Gabe hizo puede haberle dado más poder a las Salas; pero eso solo quiere decir que los pocos demonios que logran entrar son demasiado fuertes. Nos estamos acostumbrando demasiado a luchas fáciles. Solo pidámosle al Ángel que no caigan las Salvaguardas. No sé como han hecho tú y Gabriel para realizar la ceremonia sin que otros se enteraran —dijo Thomas, Sophie empezó a negar con la cabeza y el chico sonrió—. ¿Piensas negármelo? Se nota por la manera en la que te trata y en como pareció desmayarse un segundo cuando cruzaste el Portal. Mucha distancia de un solo golpe tampoco es buena.

—No digas nada, por favor.

—Claro que no.

Un golpe seco hizo que Sophie se volviera de nuevo al Portal y tuvo que morderse la lengua para reprimir la carcajada que estuvo a punto de escapársele.

Gabe y Ellie había cruzado el Portal un poco demasiado juntos y como consecuencia, habían tropezado al llegar al otro lado, haciendo que Gabe quedara tumbado en el suelo y, para la vergüenza eterna de Gabriel, con Ellie sobre él.

—¡Quita tus manos de mi Parabatai! —dijo James molesto mientras ayudaba a Ellie a levantarse. Sophie notó como la chica estaba más roja que Gabe, si es que eso era posible.

—Ya sabemos que te gusta la chica, Herondale —dijo Salomé riéndose en voz alta—. Pero tampoco tienes que hacer eso.

—Fue culpa mía —dijo Ellie acomodándose el cabello—. Tuve que arrastrarlo al Portal. Unas personas venían  detrás de nosotros. Espero que André y el resto hayan podido cruzar antes de que los atraparan. Creo que era una patrulla de guardia.