LLS #2 Ciudad de las Sombras del Pasado.

Capítulo 26

Dedicado a  @BellaMarieRiquelmeQu Por escucharme, por aconsejarme, por ayudarme. Por soportar mis demonios internos, y enseñarme que dejarlos salir es lo mejor. Gracias Fran.

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—Alexa —dijo Anthony al ver a su esposa acercarse a él. La rubia le dio una amplia sonrisa y Anthony la besó en los labios cuando estuvo frente a ella—. Pensé que no vendrías...

—¿Cómo iba a faltar? —le preguntó ella divertida—. Me tardé un  poco de más porque tuve que arreglar el vestido —explicó ella haciendo un gesto hacia su vestuario. Por motivos que solo ella entendía, había elegido un vestido rojo escarlata con escote de corazón y una abertura pronunciada en la espalda; aunque ésta quedaba un poco oculta por un chal plateado grabado con pequeñas runas negras que había tomado para cubrirse un del frío.

—Estás hermosa —le dijo Anthony. Alexa se rio.

—Como siempre —respondió ella. Alexa miró hacia el escenario, donde Jem interpretaba con su violín las piezas del concierto en Mi menor de Mendelssohn. Ella se volvió hacia Anthony—. ¿Bailamos un rato?

—Por supuesto —dijo Anthony tomando la mano de su esposa y guiándola hacia la pista de baile—. Tenemos que aprovechar antes de que Gabe salga con alguno de sus inventos.

Alexa le dio una mirada a Gabe, que estaba a unos cuantos metros de ellos, bailando con Ellizabeth. <<Ella es la clave>> pensó Alexa. El primer Oscurecido había sido transformado sin problema alguno, lo que era la primera parte del plan. Una vez que tuvieran a Gabe de su lado, todo sería más fácil.

Alexa se acreditaba mucho del plan, lo que nunca reconocería realmente era que la idea de utilizar a Gabe como parte de su plan, fue de la Reina Seelie. Ella se lo había dicho a Alexa años atrás, casi un año después de la Guerra Oscura; Seelie había mirado a Alexa a los ojos, quien en aquel entonces había usado su forma física como Lilith, el hada había estado cargando en brazos a su primera y única hija cuando le dijo:

—Los Nefilim están ciegos. Piensan que salvan al mundo, lo único que realmente hacen es destruirlo y destruirse a si mismos con el. La única manera de ganarles, es lo que Sebastian intentó; atacarlos con su mejor arma: ellos mismos. Tú y yo sabemos a quien debemos utilizar para atacarlos.

—Estás un poco ida. —Anthony puso una mano en la mejilla de su esposa. Alexa parpadeó y luego le sonrió—. ¿Todo va bien?

—Si —contestó ella—. ¿Has visto a tu hermana? —preguntó haciendo un gesto con la barbilla hacia Thomas y Sophie que bailaban cerca de Gabe y Ellie. Sophie se reía y Thomas la miraba con una extraña adoración—. Se le ve feliz.

—No me agrada Lovelace, tengo que reconocerlo —dijo Anthony haciendo una ligera mueca—. Pero Sophie parece feliz, es lo que quiere desde hace mucho.

Alexa asintió y Jem finalizó la melodía. El músico bajó el arco y todos le dedicaron una tanda de aplausos. Anthony vio a Gabe pidiéndole un permiso a Ellie y caminando al escenario seguido de André. Anthony se preguntó vagamente porque André estaba en el baile si se suponía que estaba castigado, pero lo dejó pasar.

—Buenas noches —dijo Gabe en el micrófono que se había instalado (gracias a la magia de Magnus)—. Me contaron por ahí que todos me extrañaron en el baile pasado —dijo él con diversión, la gente se rio—. Por lo que aquí estoy, así que disfruten todo lo que quieran. —El chico dio vuelta sobre si mismo y varias personas le lanzaron silbidos mientras reían. Anthony mismo no pudo evitar reír—. Estaré aquí toda la semana.