LLS #2 Ciudad de las Sombras del Pasado.

Capítulo 13

—¿Qué rayos me sucedió? —preguntó Gabe caminando al lado de Sophie, quien había logrado estabilizarlo con algunas runas de energía. Sophie se encogió de hombros.

—Ni lo sé. Creo que te golpeó en la cabeza.

—¿Qué era? —Gabe se sentía decepcionado de si mismo por haber quedado fuera de combate sin poder ayudar a las chicas.

—Un miembro de la Corte Oscura —respondió Ellie caminando delante de ellos.

—Lo que no es buena señal —aportó Sophie—. Hace tiempo escuché a Anthony hablando con Alexa; había dicho que quería resolver la situación del Pueblo de las Hadas antes de los Acuerdos.

—Pues su plan no va por muy buen camino hasta ahora —dijo Ellie—. Debimos de esperar esto de las Hadas, nunca nos perdonaron por las nuevas reglas…

De repente una pequeña ráfaga de luz paso frente al rostro de Ellie y ésta levantó la mano rápidamente para tomarla justo cuando se convertía en un pequeño papel. Ellie lo leyó y puso los ojos como platos. Después de unos segundos de mirar el papel atónita, se volvió hacia Sophie y Gabe.

—¿Están seguros de que ese tío de ustedes no nos delatará? —preguntó lentamente. Gabe y Sophie intercambiaron una mirada.

—Tío Magnus es un poco… Tal vez se moleste, tal vez se ría. No puedes saber la reacción de Magnus. —Sophie suspiró—. Pero debemos arriesgarnos si queremos volver a Idris.

—Pero ¿qué sucedió? —preguntó Gabe preocupado. Ellie sostuvo el papel frente a los ojos de Gabe y él lo tomó.

E.

Nos atraparon. La esposa del Cónsul nos encontró antes de poder reabrir el Portal. Quieren interrogarnos y tanto los Herondale como el Cónsul se dieron cuenta de que Gabriel y Sophia no están; no se les ocurra ir a un Instituto. Alexander Lightwood está en Idris; pero de igual manera no se arriesguen; si vuelven a Idris no vayan directamente a casa.

A.

—Debemos encontrar a Magnus lo más rápido que podamos —dijo Gabe caminando calle arriba. Sophie y Ellie tuvieron que correr un poco para alcanzarle.

Los tres Nefilim corrieron calle arriba por el vecindario industrial, recorriendo viejos almacenes en su camino. Pocos minutos después Gabe se detuvo de golpe con las chicas detrás de él. Fuera del almacén de ladrillo rojo Gabe distinguió las siluetas de tres personas: dos hombres y una chica.

—Sabía que estaría aquí —dijo Sophie sin aliento detrás de Gabe.

—¿Quiénes son esos dos? —preguntó Gabe. Sophie se encogió de hombros.

—Mira, están entrando de nuevo. —Sophie se adelantó para cruzar la avenida—. ¿No vienen?

—No tengo nada que perder así que… —Ellie fue detrás de Sophie dejando a Gabe detrás; quien las siguió después de unos segundos.

—¡Tío Magnus!

Magnus se volvió para ver a sus sobrinos cruzando la calle hacia él acompañados por una chica de cabello cobrizo.

“Ay no”.

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—Aquí está —dijo Allyson tomando su abrigo de encima de la mesa. El collar de plata en su cuello brilló cuando se volvió para ver a Malcom.

—Debemos irnos —dijo Malcom—. Tenemos que regresar antes de que el sol salga de nuevo.

Allyson hizo una mueca.

—Odio esto —dijo ella molesta—. Lo odio.

—Sé que no te agrada, Ally. —Malcom quitó un mechón de cabello blanco de sus ojos—. Ya te dije que solo es cuestión de tiempo hasta que te acostumbres…

—Al igual que solo es cuestión de tiempo para que la enfermedad termine con todo lo que me hace por lo menos un poco humana. —Su rostro se ensombreció.

—Nada está escrito. Tu destino está en tus manos, mientras sepas quien eres realmente, nada ni nadie podrá cambiar quien eres. Por favor salgamos de aquí antes de que el sol salga en Los Ángeles —pidió tendiéndole una mano. Allyson la tomó y ambos bajaron las escaleras del loft.

—Muchas gracias, Magnus… —empezó a decir Allyson una vez abajo. Pero las palabras murieron en su boca cuando vio a un chico de cabello rubio y ojos dorados como los de ella. Allyson abrió los ojos como platos al igual que el chico cuando la vio; en ese instante la vampira pensó que ante ella estaba el mismísimo Jace Herondale, su propio hermano. Pero su visión de vampira le permitió ver las pecas regadas por el rostro del chico.

“Es Gabriel” Pensó ella, tensándose. Se oyó a si misma inhalar sonoramente aún cuando lo no necesitaba. Malcom levantó su mano y un fuego azul salió de ella. Tanto Gabe como las dos chicas de cabello marrón que lo acompañaban fueron golpeados por un fuerte glamour durante un segundo. Ese segundo fue suficiente para que Malcom utilizara su magia para salir de allí con Ally.

Allyson sintió por un momento que, por primera vez en mucho tiempo, volvía a tener una familia. Una de verdad.