El Instituto Sejong zumbaba con la actividad frenética de los estudiantes que llenaban los pasillos entre clases.
Jungkook, sentado en el banco habitual del patio con sus amigos, intentaba concentrarse en las bromas y risas, pero su mente no podía apartarse de una persona en especial, y esa persona era Kim Taehyung.
Kim Taehyung...
Desde hacía años había admirado en silencio al carismático vicepresidente del consejo estudiantil, pero nunca había encontrado el valor suficiente para hablarle directamente.
Hoseok, con su habitual energía de siempre, lanzó finalmente aquella pregunta que Jungkook se esforzaba para evitar a toda costa
—Entonces, Jungkook, ¿cuándo planeas finalmente declararte a Taehyung? Estás enamorado de él desde que tengo memoria, y todavía sigues así, sin hacer nada al respecto —dijo amigo, queriendo indagar en el tema.
Jungkook frunció el ceño, tratando de mantener la compostura mientras sentía cómo el rubor subía por su cuello.
—No sé de qué estás hablando, Hobi —dijo, queriendo lucir como si aquello no lo afectara—. No es tan fácil como parece.
Jimin, otro de sus amigos, se sentó a su lado, poniendo una mano reconfortante en su hombro.
—Todos lo sabemos, Kook. No puedes esconderlo por mucho más tiempo.
—Además —Hoseok volvió a hablar—, si no haces algo al respecto pronto, otra persona vendrá y se robará el corazón de nuestro queridisimo vicepresidente, supongo que a ti no te gustaría, ¿o sí? —dijo y se mordió el labio para no reír. A Jungkook se le marcaba una vena en la frente.
—Por supuesto que no —rápidamente dijo Jungkook, con los dientes apretandos entre sí, alejando aquella imagen mental de Taehyung junto a otro chico que no sea él.
De repente se sentía muy molesto.
Antes de que la conversación entre los amigos pudiera continuar, la campana sonó, anunciando el inicio de las clases. El grupo se dispersó entonces, cada uno yendo a sus respectivos salones, dejando a Jungkook solo con sus propios pensamientos.
Decidió entonces que hoy sería el día en que finalmente daría el primer paso hacia adelante.
Hablarle a Taehyung.
Las clases esa mañana transcurrieron muy lento para Jungkook, su mente divagando entre ecuaciones matemáticas y la imagen de Taehyung que se imponía constantemente en sus pensamientos.
Siempre ha sido así, desde que vio a Taehyung por primera vez hace un par de años no podía dejar de pensar en él. En su bonito rostro, sus preciosos ojitos marrones, su singular y hermosa sonrisa, y aquellas pinceladas que decoraban su rostro sólo lo hacían suspirar enamorado cada vez que pensaba en él.
Nunca imaginó que podría querer tanto a alguien sin siquiera dirigirle la palabra.
Al finalizar la última clase del día, se armó de valor y se dirigió hacia los pasillos principales del instituto, buscando encontrarse con Taehyung y poder hablarle de una vez por todas.
Se detuvo abruptamente cuando casi chocó con alguien que venía de la dirección contraria. Levantó la mirada apresuradamente y se encontró con los ojos sorprendidos de Taehyung. Por un momento, ambos se quedaron paralizados, mientras que el corazón de Jungkook latía desbocadamente en su pecho.
Permanecieron en silencio por unos largos segundos que parecieron eternos para Jungkook que seguía petrificado en su lugar.
Entonces fue Taehyung quien rompió el silencio.
—Uhm, yo lo siento —murmuró Taehyung con una sonrisa leve y sincera, apartándose de Jungkook para devolverle un poco de su espacio personal—. Estoy algo despistado el día de hoy.
—No, no, tranquilo —respondió Jungkook rápidamente, sintiendo cómo las palabras salían atropelladamente de sus labios —. Fui yo, no me estaba fijando bien por donde iba —le brindó una sonrisa tensa, rascándose la nuca con nerviosismo.
Taehyung lo observó con curiosidad por un corto segundo, sus bonitos ojos marrones brillando con una mezcla de confusión y diversión.
—Entonces, ¿te encuentras bien? —quiso saber.
Jungkook se maldijo internamente por parecer tan torpe frente a Taehyung. Parecer torpe frente a Taehyung es lo que menos quería, pero no podía evitarlo.
—Sí, sí, claro. Estoy bien —respondió nerviosamente, sintiéndose como si fuera un chico de primer año de nuevo.
Taehyung le sonrió con dulzura, una sonrisa que hizo que el corazón de Jungkook se acelerara aún más que antes, si es que eso era posible.
—Bueno, me alegra escucharlo —se acomodó el asa de la mochila en su hombro—. Nos vemos luego, Jungkook, estoy un poco apurado ahora mismo —dijo, dando un paso atrás.
Jungkook asintió con la cabeza, incapaz de articular palabra mientras Taehyung se alejaba por el pasillo. Se quedó allí, sintiéndose como un tonto mientras el calor subía por su rostro nuevamente. Había estado esperando ese momento durante tanto tiempo, y ahora que había ocurrido, sentía como si lo hubiera arruinado todo.
Una vez que estuvo de regreso a casa, esa tarde Jungkook compartió lo que había ocurrido con Jimin y Hoseok, quienes escucharon con paciencia mientras él relataba cada detalle de aquel inesperado y vergonzoso encuentro.
—Creo que le caíste bien —dijo Jimin con una sonrisa alentadora a través de la llamada grupal—. Según nos dijiste, Taehyung no parecía molesto o algo así. Aunque pensándolo bien, no creo que haya algo que moleste a Taehyung. Es pura ternura andante.
Jungkook se tuvo que morder la lengua para evitar maldecir a su amigo ante su comentario.
Hoseok agregó con su típica sonrisa, —Sólo sigue siendo tú mismo, Jungkook. Eso es lo más importante después de todo.
Jungkook se sintió reconfortado por las palabras de sus amigos. Mañana sería otro día, y tendría otra oportunidad para demostrarle a Taehyung quién era realmente. Se prometió a sí mismo que la próxima vez, estaría más preparado.
Esa noche, en su habitación, Jungkook miró por la ventana y vio la luna brillando en lo alto en el cielo estrellado.
Con Taehyung aún en su mente, sabía que estaba dispuesto a enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino con tal de ganarse el corazón del chico que le gusta.
Esa noche Jungkook durmió feliz, como un niño esperando que el día siguiente llegara pronto.
sé que es cortito, pero no se
preocupen que los proximos
capítulos serán más largos. ✨
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in love with you ✧ kooktae
RomanceTodos somos débiles a algo o alguien, incluso el chico malo de la institución, Jeon Jungkook, quien es un claro ejemplo de ello. Su debilidad tiene nombre y apellido, además de tener la sonrisa más hermosa, su nombre es Kim Taehyung, y esta es la hi...