Todos somos débiles a algo o alguien, incluso el chico malo de la institución, Jeon Jungkook, quien es un claro ejemplo de ello. Su debilidad tiene nombre y apellido, además de tener la sonrisa más hermosa, su nombre es Kim Taehyung, y esta es la hi...
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Después de un domingo ajetreado y repleto de risas, los siete amigos se encontraban al borde del lago, bajo el manto del sol que comenzaba a esconderse.
La brisa fresca del atardecer envolvía suavemente a los chicos, haciendo que el calor del día se desvaneciera en un agradable frescor. Las luces del campamento parpadeaban a lo lejos, creando un ambiente sumamente acogedor y mágico.
Jungkook y Taehyung estaban recostados en una manta extendida sobre la hierba, acurrucados uno al lado del otro.
Los murmullos del agua, que chocaba suavemente contra la orilla, eran la banda sonora perfecta para su tranquila conversación. Taehyung, con una sonrisa relajada, miraba el reflejo del cielo en el agua mientras Jungkook le pasaba el brazo por los hombros, sintiéndose en paz.
Jimin y Namjoon estaban cerca, sentados sobre unas rocas, compartiendo historias de su infancia mientras lanzaban piedras al lago y observaban cómo se hundían lentamente. La risa de Jimin resonaba de vez en cuando, llevada por el viento, mientras Namjoon respondía con una sonrisa de complicidad.
Hoseok y Yoongi estaban un poco más alejados, explorando el terreno en busca de un lugar adecuado para una fogata improvisada. Sus risas y bromas llenaban el aire mientras Hoseok, con su entusiasmo característico, se adelantaba y Yoongi le seguía con una actitud más tranquila, pero igualmente divertido.
Finalmente, Seokjin, que había decidido disfrutar de la tranquilidad del lago, estaba sentado solo en la orilla, admirando las vistas y saboreando un momento de soledad. Su mirada atenta a los cielos reflejaba una mezcla de contemplación y serenidad.
El sol se alejaba lentamente y el grupo seguía disfrutando de la compañía mutua, el campamento se había convertido en el escenario perfecto para un domingo memorable, lleno de amistad, risas y momentos compartidos que permanecerían en sus recuerdos por mucho tiempo.
A medida que la noche caía poco a poco sobre el lago, cada uno de los amigos se sumergió en su propio mundo, disfrutando del tranquilo crepúsculo.
Taehyung y Jungkook, abrazados y acurrucados sobre la manta, miraban cómo el sol se escondía detrás de las colinas lejanas. Los tonos cálidos del atardecer se reflejaban en el agua, creando una escena de belleza serena.
—¿Ves cómo el sol se esconde en el horizonte? — preguntó Jungkook, mirando a Taehyung con ternura—. Es como si el mundo estuviera pintando el cielo solo para nosotros.
Taehyung sonrió, sintiendo la calidez del abrazo de Jungkook—. Es realmente hermoso —dijo, girándose ligeramente para mirarlo—. Y compartir este momento contigo hace que sea aún más especial.
Jungkook lo miró a los ojos, con una mirada suave. —Sabes, Taehyung, desde que estamos juntos, cada momento se siente más significativo. Me haces ver la belleza en cosas que antes no notaba.
Taehyung se ruborizó ligeramente, pero sus ojos brillaban con emoción. —Eres realmente increíble, Jungkook. No sé qué habría hecho sin ti estos últimos meses. Contigo, todo es más fácil y más alegre.
