Todos somos débiles a algo o alguien, incluso el chico malo de la institución, Jeon Jungkook, quien es un claro ejemplo de ello. Su debilidad tiene nombre y apellido, además de tener la sonrisa más hermosa, su nombre es Kim Taehyung, y esta es la hi...
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El domingo por la mañana, el estruendoso ruido exterior se precipitó sobre las camas de los estudiantes como un balde de agua fría.
Jungkook, que había estado descansando plácidamente con Taehyung abrazado a él como un koala, frunció el ceño al escuchar el barullo que provenía de afuera.
“Aquí vamos de nuevo”, pensó con resignación mientras su cabeza empezaba a doler por el ruido.
Trató de seguir durmiendo, pero era simplemente imposible. Bufó y, con pereza y mucho cuidado, se levantó de la cama. Le dio un tierno beso en la frente a Taehyung, que seguía acurrucado sin notar el caos, y salió de la habitación con el cabello despeinado y un aspecto claramente desaliñado.
Al abrir la puerta, se encontró con Hoseok y Yoongi, que también salían de la habitación que compartían. Yoongi estaba visiblemente irritado y murmuraba para sí mismo:
—¿En serio? ¿A estas horas un domingo? —se quejó Yoongi, frunciendo el ceño.
Hoseok, con una sonrisa forzada, intentaba mantener el ánimo: —Vamos, Yoongi. Seguro que tienen una buena razón para despertarnos así. Supongo que es divertido, de cierta forma...
Jungkook se unió a ellos, todavía medio dormido, y comentó con un tono cansado:
—¿Divertido? —dijo con sarcasmo—.Es imposible dormir con todo este ruido, no tiene nada de divertido, Hoseok.
Yoongi asintió, aún molesto:
—Sí, los profesores parecen disfrutar de despertarnos así. ¿Por qué no pueden hacer esto de manera más civilizada?
Hoseok suspiró mientras se dirigían hacia la zona común de la cabaña: —Bueno, qué podemos hacer al respecto. Seguro que pronto sabremos qué es lo que están planeando para hoy.
Pronto, Jimin y Namjoon salieron de la habitación que compartían, ambos luciendo completamente desaliñados.
Jimin, con el cabello negro completamente alborotado y los ojos entrecerrados, se quejó del ruido que provenía de afuera mientras revisaba la hora en su móvil. Al ver la pantalla, su sorpresa fue evidente.
—¿¡Las siete de la mañana!? —exclamó Jimin, frotándose los ojos en incredulidad—. ¡Es domingo! ¿Cómo pueden despertarnos a las siete de la mañana un domingo? —se quejó llevándose las mano a la cabeza—. Esto debería ser ilegal.
Namjoon, aún con cara de sueño, miró a su alrededor y preguntó:
—¿Y dónde está Taehyung?
Jungkook, que estaba en el área común con Hoseok y Yoongi, respondió con una mueca cansada y el seño levemente fruncido ante el repentino interés de Namjoon en su novio.
—Sigue durmiendo —contestó finalmente—. Se veía muy adorable durmiendo que me dio pena despertarlo.
Yoongi, todavía irritado, agregó con incredulidad: —¿Cómo puede estar durmiendo con todo este escándalo? Yo ya me he despertado tres veces.
