Todos somos débiles a algo o alguien, incluso el chico malo de la institución, Jeon Jungkook, quien es un claro ejemplo de ello. Su debilidad tiene nombre y apellido, además de tener la sonrisa más hermosa, su nombre es Kim Taehyung, y esta es la hi...
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Después de una tarde ajetreada y la emoción del partido, Taehyung esperó ansiosamente a que Jungkook terminara de prepararse.
La noche había caído, y el campus de la escuela se había vaciado, dejándolos a ambos en un ambiente más tranquilo. Jungkook finalmente apareció, ya vestido de manera casual y con una sonrisa en el rostro.
—¿Listo para salir? —preguntó Jungkook, mientras se acercaba a Taehyung que lo esperaba cerca de la salida principal.
—Sí —respondió Taehyung, con una sonrisa tímida—. ¿A dónde vamos?
Jungkook, con un brillo de emoción en los ojos, le hizo un gesto para que lo siguiera. —Es un lugar especial. Creo que te va a gustar.
Mientras caminaban hacia el estacionamiento, Taehyung no pudo evitar sentir una mezcla de curiosidad y nerviosismo. Subieron al coche deportivo de Jungkook, y el viaje comenzó con una conversación ligera.
—¿Cómo estuvo el partido desde tu perspectiva? —preguntó Taehyung, tratando de iniciar una charla mientras Jungkook conducía.
—Fue intenso —respondió Jungkook, con una sonrisa satisfecha—. Pero valió la pena. Y tenerte aquí conmigo para celebrarlo lo hace aún mejor.
El coche avanzaba por calles iluminadas, y pronto comenzaron a alejarse de la ciudad hacia un área más tranquila. Jungkook condujo por un camino serpenteante que bordeaba un pequeño lago. Al llegar a un claro, detuvo el coche y se bajó para abrir la puerta para Taehyung.
—Este es el lugar —dijo Jungkook, guiándolo hacia un mirador con una vista panorámica impresionante del lago y las luces reflejadas en el agua.
Taehyung se quedó sin aliento al ver el paisaje. La vista nocturna, con las estrellas brillando en el cielo y las luces del lago formando un resplandor sereno, era espectacular.
—Es hermoso —dijo Taehyung, con la voz llena de asombro.
Jungkook sonrió, complacido con la reacción de Taehyung. —Me alegra que te guste. Ven, hay un pequeño picnic preparado.
Se dirigieron a una manta extendida sobre el césped, donde había una cesta de picnic con varias delicias. Jungkook se acomodó junto a Taehyung y comenzaron a disfrutar de la comida mientras conversaban.
—Me alegra que alegra que estemos aquí —dijo Taehyung, mientras probaba un bocadillo—. Este realmente es un lugar perfecto para relajarse después del día que tuvimos.
—Sí —concordó Jungkook—. Pensé que sería un buen lugar para desconectar un poco y pasar un rato juntos sin distracciones.
Taehyung lo miró con una expresión agradecida. —Es un gesto muy considerado de tu parte. A veces es difícil encontrar momentos así en medio del ajetreo.
—Lo sé —respondió Jungkook, mirándolo a los ojos—. Quiero aprovechar cada oportunidad para estar contigo, Taehyung. Hay algo especial en ti que realmente aprecio.
