Todos somos débiles a algo o alguien, incluso el chico malo de la institución, Jeon Jungkook, quien es un claro ejemplo de ello. Su debilidad tiene nombre y apellido, además de tener la sonrisa más hermosa, su nombre es Kim Taehyung, y esta es la hi...
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El sol comenzó a asomarse poco a poco sobre el campamento, bañando el maravilloso paisaje con una luz dorada que prometía un día espléndido y agradable.
Poco a poco, el bullicio de los estudiantes se hacía más evidente, y las primeras voces se levantaban entre risas y murmullos.
Sin embargo, el verdadero despertador de la mañana no tardó en llegar a irrumpir sueños: los profesores, armados con un estruendoso arsenal de ruidos y gritos, pasaron frente a cada cabaña, asegurándose de que nadie siguiera durmiendo.
En una de las cabañas, Taehyung y Jungkook aún permanecían en el abrazo de Morfeo.
En la litera inferior, Jungkook rodeaba con sus brazos desnudos a Taehyung, quien estaba acurrucado contra su pecho.
El rostro de Taehyung se ocultaba en el suave calor del torso de Jungkook, mientras el pelinegro fruncía el ceño, claramente perturbado y molesto por el ruido ensordecedor de afuera.
Jungkook, con una mueca de desagrado, se quejó en voz baja, murmurando entre dientes mientras intentaba aferrarse más a Taehyung, buscando refugio del caos que se desataba fuera—. ¿No podrían al menos dejarnos dormir un poco más? —gruñó, sin dejar de abrazar a Taehyung, quien a pesar del estrépito del exterior seguía envuelto en su propio mundo de sueño profundo.
El ruido persistente de los profesores seguía sin dar tregua, y Jungkook, claramente molesto, bufó mientras se incorporaba con cuidado para no despertar a Taehyung.
Dejó un suave beso en la mejilla de su novio antes de vestirse rápidamente con una camiseta y salir de la habitación.
En la sala común, el bullicio ya había comenzado. Jimin estaba ocupado batiendo huevos mientras Jin organizaba los platos, y Yoongi y Hoseok preparaban café.
Jimin, al ver a Jungkook, levantó una ceja y sonrió. —¡Finalmente despiertas! Pensé que podrías dormir hasta el mediodía.
Jungkook, frotándose los ojos y tratando de deshacerse de la somnolencia, respondió con un tono cansado pero juguetón. —No todos tenemos la habilidad de despertar con el primer grito de los profesores, Jimin.
Jin, que estaba revisando una lista en una hoja de papel, miró hacia Jungkook. —¿Dónde está Taehyung? Pensé que vendría contigo.
—Está en la cama —respondió Jungkook—. Lo dejé dormir un poco más.
Yoongi, girando la cabeza mientras removía el café, intervino. —Los profesores nos dijeron que debemos estar listos y organizados para las diez. Hay una primera actividad planeada para esa hora.
Hoseok, que estaba añadiendo pan a una tostadora, asintió. —Así que tenemos un par de horas. Deberíamos aprovechar el tiempo para prepararnos bien.
Jungkook se estiró y caminó hacia la mesa, donde Jimin le pasó un plato con algo de comida. —¿Qué están preparando aquí? Parece que ustedes ya están bastante avanzados.
