Todos somos débiles a algo o alguien, incluso el chico malo de la institución, Jeon Jungkook, quien es un claro ejemplo de ello. Su debilidad tiene nombre y apellido, además de tener la sonrisa más hermosa, su nombre es Kim Taehyung, y esta es la hi...
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Jungkook llegó a la escuela con un ánimo inusualmente alto, sus pasos resonando con una energía contagiosa.
Al entrar en el pasillo, se encontró con Hoseok y Jimin, quienes estaban en una animada conversación con Jin y Yoongi. Los cuatro estaban inmersos en una charla que parecía girar en torno a los últimos detalles del intercolegial.
—¡Hey, chicos! —saludó Jungkook, su sonrisa casi brillando. Hoseok y Jimin se giraron al instante, devolviéndole el saludo con entusiasmo.
—¡Jungkook! ¡Qué bueno verte! —exclamó Hoseok—. Estábamos hablando de cómo nos va a ir con la organización. ¿Cómo va todo contigo?
Pero Jungkook, más interesado en otra cosa, observó a los amigos de Taehyung con una mirada curiosa. —¿Dónde está Taehyung? ¿Por qué no está con ustedes?
Jin y Yoongi intercambiaron una mirada, y Jin fue el primero en hablar. —Oh, eso. Taehyung no va a venir hoy. Está un poco mal.
La preocupación inmediata de Jungkook se reflejó en su rostro. —¿Un poco mal? ¿Qué le pasó? ¿Él está bien?
Yoongi suspiró. —Tuvo una reacción alérgica. No es nada grave, pero está en casa descansando.
El corazón de Jungkook dio un vuelco al oír esto. —¿Una reacción alérgica? ¿Saben qué lo causó?
Jin negó con la cabeza. —No estamos muy seguros, pero probablemente algo que comió en la cena. Esperamos que solo sea una reacción pasajera.
Jungkook sintió una ola de alivio mezclada con preocupación. A pesar de la respuesta, no pudo evitar sentirse inquieto. —Bueno, espero que se recupere pronto. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarlo?
Jimin, siempre atento, le dio una palmada en el hombro.
—Lo mejor que puedes hacer es estar ahí para él cuando vuelva. Todos sabemos cuánto significa Taehyung para ti.
Con una sonrisa forzada pero decidida, Jungkook asintió. —Sí, claro. Gracias por haberme dicho. Mantendré mi teléfono cerca en caso de que necesiten algo.
Con eso, se despidió de sus amigos y se dirigió a clase junto con Jimin, con quien compartía salón, su mente ocupada con pensamientos sobre Taehyung y cómo podría apoyarlo en su recuperación.
Jungkook se sentó en su pupitre, pero la atención en clase se le escapaba por completo.
La lección sobre química se desvanecía en su mente, y las fórmulas y ecuaciones se convirtieron en un simple ruido de fondo. Cada vez que miraba el reloj, deseaba que el tiempo pasara más rápido.
Sacó su teléfono discretamente y revisó una vez más los mensajes. No había respuesta de Taehyung. Sus dedos jugaron con el dispositivo, enviándole un nuevo mensaje con un “¿cómo estás?” sincero y esperanzado. Cerró el teléfono con un suspiro, sintiéndose cada vez más ansioso.
