Jungkook llegó a la escuela con el cielo todavía teñido de un gris suave, una señal de que el día apenas estaba comenzando.
La emoción del intercolegial estaba en su punto álgido; la víspera había sido un desfile de victorias en baloncesto y volleyball, pero también de desilusión en las categorías artísticas.
Mientras el sol empezaba a asomarse, Jungkook se dirigió a su casillero con la determinación de preparar todo para la competencia matutina.
El pasillo estaba vacío, el eco de sus pasos resonaba en el silencio. Mientras guardaba sus pertenencias, disfrutaba de la tranquilidad que precedía el bullicio del día.
Pero de repente, una sensación cálida y suave cubrió sus ojos, sacándolo de su ensimismamiento. Se sobresaltó, pero una sonrisa instintiva se dibujó en su rostro. Reconoció al instante las manos que lo habían sorprendido: eran las de Taehyung.
—¿A quién tenemos aquí? —preguntó Taehyung con una risa suave, su aliento rozando la nuca de Jungkook.
Jungkook se giró lentamente, encontrando la mirada brillante y traviesa de Taehyung.
Su corazón aceleró al ver cómo el vicepresidente del consejo estudiantil se acercaba a él con una expresión que mezclaba diversión y ternura.
—¿Te has convertido en un experto en aparecer de la nada? —bromeó Jungkook, intentando ocultar su nerviosismo bajo una fachada despreocupada.
Taehyung soltó una risa que parecía resonar con la misma calidez que sus manos. —Solo quiero asegurarme de que estés listo para el día de hoy.
Jungkook asintió, sintiendo un nudo de emoción en el estómago. Sabía que el día sería largo y agotador, pero el simple hecho de tener a Taehyung cerca le daba un impulso de energía y confianza.
—Todo está bajo control —respondió Jungkook, levantando una ceja con confianza—. Aunque, si estás aquí para darme ánimo, me alegra mucho.
Taehyung le guiñó un ojo, su sonrisa no mostrando signos de desvanecerse. —¿Quién sabe? Tal vez solo quería ver cómo te preparas para el gran desafío de hoy.
Ambos compartieron una risa que, por un momento, hizo que el bullicio del intercolegial y la presión de las competencias parecieran distantes.
Taehyung se quedó con Jungkook mientras ultimaban algunos detalles de las competencias, su presencia una mezcla reconfortante de apoyo y complicidad. Sabían que el día sería largo, pero con cada minuto que pasaban juntos, la tensión se desvanecía, reemplazada por una energía renovada.
Es castaño tomó a Jungkook del brazo con una sonrisa juguetona y lo guió por los pasillos del colegio. Jungkook, intrigado y algo confundido, no podía evitar lanzar miradas inquisitivas.
—¿A dónde vamos? —preguntó Jungkook, frunciendo el ceño.
Taehyung solo sonrió con esa expresión enigmática que siempre lo acompañaba y dijo: —Ya verás.
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in love with you ✧ kooktae
RomantizmTodos somos débiles a algo o alguien, incluso el chico malo de la institución, Jeon Jungkook, quien es un claro ejemplo de ello. Su debilidad tiene nombre y apellido, además de tener la sonrisa más hermosa, su nombre es Kim Taehyung, y esta es la hi...