Todos somos débiles a algo o alguien, incluso el chico malo de la institución, Jeon Jungkook, quien es un claro ejemplo de ello. Su debilidad tiene nombre y apellido, además de tener la sonrisa más hermosa, su nombre es Kim Taehyung, y esta es la hi...
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La escuela parecía sumida en un murmullo constante. Los pasillos, antes tranquilos, ahora se llenaban de susurros y miradas furtivas. Los estudiantes se agrupan en pequeños círculos, discutiendo y especulando sobre la relación entre Jungkook y Taehyung.
Los rumores se esparcían con rapidez y cada vez más personas parecían interesadas en la nueva dinámica entre los dos chicos.
Algunos se mostraban indiferentes, ignorando los comentarios y el alboroto. Para otros, el hecho de que Jungkook, el "chico malo" conocido por sus desplantes y su actitud desafiante, estuviera involucrado con Taehyung, el sereno vicepresidente del consejo estudiantil, era motivo de asombro.
Pero los más entusiastas eran aquellos que no solo se mostraban sorprendidos, sino también encantados. Parecía que la conexión entre Jungkook y Taehyung había captado la atención de la mayoría.
Taehyung, que normalmente se mostraba seguro y sonriente ante todos, ahora caminaba con la cabeza baja.
Los comentarios que surgían en el pasillo llegaban a sus oídos como flechas, apuntando hacia su intimidad y su relación con Jungkook.
Algunos estudiantes de otras escuelas, que estaban en la institución para familiarizarse con las instalaciones para el intercolegial, también se unían a las charlas y a las miradas inquisitivas.
Jungkook, observando la incomodidad creciente en Taehyung, se acercó a él con una expresión de preocupación en el rostro. El chico malo, que solía mostrar una actitud desafiante hacia el mundo, ahora era todo ternura y apoyo hacia la persona que ama.
—Hey, Taehyung —dijo Jungkook, su voz suave en contraste con la intensidad de sus ojos—. No te preocupes por lo que digan. No importa lo que la gente piense o hable.
Taehyung levantó la vista lentamente, sus ojos reflejando la inseguridad que sentía. —Es difícil, Jungkook. A veces parece que todo el mundo está hablando de nosotros. No sé si puedo soportar todo esto.
Jungkook tomó un profundo respiro, acercándose más a Taehyung y colocando una mano reconfortante en su hombro. —Sé que es complicado, pero lo que importa es lo que sentimos nosotros. No dejes que las opiniones de los demás te afecten. Estamos construyendo algo real, y eso es lo que cuenta, ¿no crees?
Taehyung asintió lentamente, sintiendo la calidez y la sinceridad en las palabras de Jungkook. Aunque la incomodidad no desapareció de inmediato, el gesto de apoyo le dio un respiro.
La conversación que habían tenido en los últimos días, las confianzas y el tiempo compartido le recordaban que, al final, lo que realmente importaba era su vínculo y su compromiso el uno con el otro.
Jungkook le sonrió con un gesto de confianza. —Vamos, no dejes que esto te derrumbe. Estamos juntos en esto. Y si alguien tiene algo que decir, pues que lo haga. Nosotros sabemos lo que tenemos.
