Me muevo en la cama con pereza de despertarme, hace dos días fue la cena en casa de los padres de Matteo, hace dos días que llegamos a Madrid, y que no he visto a las chicas he hablado con ellas por mensaje nada mas.
Me levanto de la cama y voy directo al baño, me lavo los dientes y la cara, acomodo la cama y recojo lo que esta tirado en el piso de la habitación, salgo a la cocina y ante de llegar un olor muy delicioso invadió mis fosas nasales.
Miro a el pelirrojo de espaldas, sin camisa preparando algo que no logro saber que es, camino despacio hasta quedar detrás de el y apoyo mi cabeza en su espalda, el gira su cabeza un poco para lograr verme con una sonrisa.
Muchos pensaran que es raro que recién nos estemos conociendo, que no sabemos nada literalmente del otro y tengamos esta confianza como si nos conocieramos de años. Pero como ya lo he dicho con Matteo me he sentido bien, en todos los sentidos, no tengo problema de que me abrace, ni que me toque ni mucho menos en que me bese.
Es un chico fuerte, muy alegre y cariñoso con los que quiere, ese dia en la cena pude notar dos cosas en su trato con su familia, uno a su madre la quiere demasiado y le demuestra su cariño en una forma que ellos solo entienden; pero con su padre la cosa cambia totalmente, su padre es serio y muy reservado, y con su hijo es distante, su relación padre e hijo es una cosa que ni ellos entienden, pero eso si el respeto ante todo.
- Buenos dias mi Ballerina - Me dice cuando se voltea hacia mi.
- Ya es costumbre tuya decirme asi ¿No? - Lo molesto sabiendo que el apodo no es nada malo solo me bailarina.
- Bueno es un lindo apodo y se asemeja a lo que mas te gusta hacer bailar - Se vuelve a girar para empezar a servir el desayuno - Te prepare unos huevos revueltos con chocolate y pan - Me muestra el plato que se ve delicioso.
El lleva los platos a la mesa y yo llevo las dos tazas de chocolate caliente, nos sentamos a desayunar tranquilamente, esta delicioso para que negarlo Matteo sabe cocinar, desearia que yo supiera cocinar tan bien como lo hace el.
-¿Donde aprendiste a cocinar? - Le pregunto metiéndome otra cucharada de huevo a la boca
- Mi mama, ella me enseño a cocinar, bueno de vez en cuando ya que siempre hemos tenido gente de servicio en casa.
- Y tu por que no tienes una aca - Paro de comer un momento para mirarlo mejor
- Por que no me gusta, casi no paso aquí y cuando lo hago prefiero hacer mis cosas yo solo a que otra persona me las haga - Afirma y me mira.
- Tu madre es todo un amor, en cambio tu padre es - hago una mueca que lo hace reír
- El es asi, pero cuando te conozca bien ya te caerá mejor - Suelta un suspiro y vuelvo a comer mi desayuno - Mi madre siempre ha sido así, y ten por seguro que cuando te vuelva aver te pedirá disculpas.
Otro bocado ingreso a mi boca, bajo mi vista a mi ya acabado plato, cuando siento su mano en mi pierna, hace un leve apretón que hace que lo mire.
- Mi madre era modelo, pero cuando conoció a mi padre lo dejo, mi padre no quería que ella trabajara que el se encargaria de eso, cuando quedo embarazada de mi fue la alegría para ambos, mi madre quedo en casa mientras que mi padre siguió en la empresa, un dia ya yo había nacido mi madre le pidió a mi padre que le creara una empresa de modelaje que no le gustaba estar sin hacer nada y quería ganar dinero por su propia cuenta - Mira a la nada y suelta una pequeña risa - Ella quería tener una hija para que se adentrarse al mundo de modelaje pero después que nací yo no pudo tener mas hijos.
- ¿Así que tu estuviste en el mundo de modelaje desde que eras pequeño? - Le pregunto con total interés
- No, no, de pequeño si iba a la empresa cuando mamá iba pero ya después que crecí no, mas bien estoy en la empresa de papa.
- Y ¿Tu padre todo posesivo si le acepto que tu madre quisiera tener un trabajo?
- Jamás, su orgullo se lo impedía pero mi madre lo amenazó con dejarlo si no lo hacía - Suelta una carcajada al mismo tiempo que yo - Enrique Gomez le tiene miedo a mi madre cuando de su relación se trata
Nos levantamos de la mesa, y tengo mas preguntas, demasiadas diria yo, como si tienen tanto dinero por que viven en una casa tan pequeña, pienso bobadas, dejamos los platos en la mesa y Matteo se voltea para quedar frente a mi.
Posa sus manos en mi cintura y me alza hasta dejarme sentada en la encimera de la cocina, abre mis piernas y se posiciona entre ellas, sus manos van a mis glúteos donde los aprieta a su placer, acerca su boca a la mía y me da un beso corto, luego repite la acción hasta que me da un beso largo.
- Me voy a bajar - Le digo un hace un puchero - voy a bañarme para bajar a donde las chicas tengo ya dos días sin verlas
- Las vez después ahora veamos una película, acostados, solos y si quieres probamos otras cosas - Su voz sale ronca y gruesa con esas palabras, pero no me dejo convencer
- Eso si quieres lo hacemos en la noche, ahora voy a ver a mis amigas - Me bajo y me voy a la habitación
Me doy una ducha y me pongo ropa cómoda, salgo del piso a la planta de abajo donde las chicas viven, toco el timbre y espero a que me abran, hasta que Sol lo hace
- Hola, Cris - Me dice dándome un beso en las mejillas
- Hola Solecito- Miro a todos lados cuando ella se sienta en el sillón - Y Andrea y Jessica ¿Donde están? - Le pregunto viendo que no estan por ningun lado
- Salieron, Jessica quería buscar un trabajo - Alza su mano para callarme cuando ve que quiero hablar - Antes que digas algo, sabes como es Jessica no se va a quedar todo el dia encerrada mientras que otra persona la mantiene, Andrea por su lado solo fue a acompañarla, ella piensa igual que yo en descansar y disfrutar la vida, estamos muy jovenes - Me mira con una sonrisa - Andi dice que ella va a esperar en buscar trabajo hasta su cumpleaños.
- Esta bien pero saben que no quiero que se sientan mal por mi decisión de traerlas conmigo hasta acá... solo pensé que fue lo mejor - Bajo mi cabeza y fijo mi mirada en mis manos
- Y estamos bien con eso Cristina solo que es nuevo - Veo una sonrisa maliciosa formándose en su rostro - Ahora cuentame como te ha ido con tu pelirrojo..
Le cuento todo, lo que paso hace dos días en la cena, y todo lo que hemos hablado desde que nos conocimos, tambien le conte cosas de las que el me conto hace una hora mientras desayunabamos.
Le pregunte de su relación con Matías ya que los había visto muy juntos en el viaje, me contó que no era nada del otro mundo solo eran amigos, algo llama nuestra atención, un ruido.
Un ruido de un cristal roto del piso de arriba y luego unos gritos, abro los ojos como platos, y salimos disparadas del piso al ascensor para subir a el piso de Matteo, cuando abro la puerta no puedo creer lo que veo.
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BALLERINA
Teen Fiction¿Comprarías al amor de tu vida? El amor es algo que no tiene precio, pero para algunas puede que sí. El amor que Matteo y Cristina puede que tenga precio, ya sea el dinero o la vida. Pero tengo una pregunta para ti lector: ¿Te enamorarías de una "C...