43- Hora del rescate.

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Matteo 

Me preparo mentalmente para lo que viene, se que los años que entrene el uso de armas, que en todos estos momentos fue insignificante, hoy servirá para algo.

Carolina también entreno con nosotros pero es mejor que se quedara en el apartamento, Matías paso todo el trayecto alegando que no era la forma de sedar a Sol, Gabo lo ignora olímpicamente y mira por la ventana, David arto de los comentarios de Matías decide responderle.

- Amigo, por favor, deja ya el tema entiende que era lo mejor - Le dice el exaltado.

- Pero no es tu novia, hubiera sido mejor convencerla de que no viniera y listo, no sedarla - Responde Matías.

- Tu sabes muy bien como yo, que así sea que nos pegara un tiro a cada uno en las bolas, ella hubiera venido, sabes lo terca que es - Gabriel asiente,  y yo solo los miro atentamente.

- ¿Lo hubieras hecho con Andrea? De ser el caso - Pregunta, dándole la razón de lo que dijo David.

- Si, de ser el caso, si. No lo pensaría dos veces para hacerlo - Responde fijamente.

Nadie mas dijo nada, Jon nos mira a cada uno y nos prepara las arma, que nos entrega de inmediato, noto que el carro se frena. 

Miro por la ventana y veo el edificio prácticamente destruido, los hombres de Jon ya están por todos lados, cuando nos bajamos, veo a dos hombres tirados en el piso, sin vida.

Veo a uno de los grupos se dirige a la parte de atrás del edificio, miro a Jon con el ceño fruncido, el solo mira la tableta que tiene en las manos y es por fin que me mira.

- Entraremos por acá, uno de los pelotones irán delante de nosotros para cubrirnos el frente, otro detrás de nosotros, y uno se correrá por todo el edificio, el ultimo aparecerá por el techo y la parte de atrás - Habla rápidamente y es poco lo que le logro entender - Yo iré con ustedes, mi vida depende de que llegue a Madrid, vivo, contigo y la señorita cristina, de no ser el caso tu padre me mata con sus propias manos.

Nos ponemos en marcha, y así como lo dijo Jon, varios hombres nos están cubriendo, voy con mi arma preparada para cualquier incidente que se asome, nos dirigimos a uno de los salones del primer piso, encontramos la ropa tirada de Cristina, es la que llevaba en la mañana, en ese mismo sitio el collar, lo tomo en mis manos y lo guardo en mi bolsillo.

- Señor - Habla uno de los cadetes - Tenemos capturados a tres de los hombres que están en el edificio, varios mas fallecieron por causa de tiros en defensa propia, y aun no hay rastros de la señorita Cristina - Habla explicando mientras salimos de ese lugar, con todo el camino despejado.

Mi mente empieza a creer lo peor de los casos, uno que se la halla llevado de este sitio y de el país, otro es que fue una distracción y no esta acá.

Seguimos caminando hasta llegar hasta el segundo piso donde los hombres nos indican que están vacías, Tengo el corazón en la boca, Gabriel a mi lado me mira una mirada de compasión en su rostro 

Seguimos caminando y siento una sombra salir de mi lado derecho, el hombre cae de inmediato al piso por la bala que le dio Jon, para salvarme.

Cuando subimos al tercer piso un hombre alto sale de uno de  las habitaciones que hay en este, pero el hombre no sale solo, trae un brazo por el cuello de Cristina y la apunta con un arma en la cabeza.

Quiero llorar al verla viva y frente a mi, pero me lleno de rabia al ver el estado que esta, maltratada, golpeada y con un atuendo como los que usaba en el club.

La veo llorar, pero no se mueve esta presa del pánico por tener ese hombre a su lado, veo los grandes parecidos que tienen los dos y caigo en cuenta en una cosa.

El miedo de Jessica se hizo realidad, Federico Jiménez, tiene a su propia hija, le esta apuntando a su propia hija. Los rasgos son muy parecidos, la forma de los ojos y el color de ellos, el color de pelo y demás.

- Para atrás, o le disparo - Habla Federico por fin.

Hacemos caso, y nos corremos hasta quedar escaleras abajo, ellos siguen arriba, estamos expectantes a lo que valla a decir o hacer.

- Matteo Gómez, es un placer conocerte, mi querido yerno - Habla con desdén a mi persona - No tengo entendido que quiere hacer ese amigo mío, vamos a ponerle, Alcón - Dice y sus palabras e confunden ¿De quien esta hablando? - Alcón, estará muy feliz de saber que te capture sin necesidad de hombres - Se ríe como el propio psicópata.

- Esta rodeado lo mejor es que suelte a la chica, y se entregue a la justicia - Habla Jon, colocándose frente a nosotros.

- ¿Y que me maten al poner un pie en la cárcel? ¿Sin poder cumplir mi mas grande sueño? - Pregunta Federico devuelta - Mi mas grande sueño, es poder acabar lo que hace cuatro años no paso, acabar con la vida de mi querida hija y poder morir en paz - Habla y quiero vomitar.

Tiene que estar completamente loco para que su mas grande sueño sea matar a su propia hija, esta confesión me hace unir fechas y exactamente hace cuatro años fue el accidente donde la madre de Cristina falleció, lo que quiere decir, que lo que el esperaba es que Cristina falleciera también. Lo que quiere decir que el accidente fue totalmente planeado.

Cristina llora mas fuerte pero es incapaz de moverse, no puede gritar por que la venda en su boca no se lo permite, el sigue apuntándole a la cabeza y en estos momento tengo mas miedo que antes, al saber que seria capaz de matarla.

  

BALLERINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora