Capítulo 2

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Capítulo 2

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Capítulo 2

Al escuchar esas palabras me quedé completamente paralizada, cuando llegué al palacio imaginé que podrían ponerme a lavar cazuelas, a cortar pasto o cualquier otro tipo de actividad que mantuviera la belleza del lugar pero jamás pensé que me pondrían como la asistente de la Princesa.

No tenía mucho conocimiento sobre ella, lo poco que veía en la escuela me hacía saber que era una chica muy bonita, su melena castaña clara que generalmente la llevaba suelta, sus brillantes ojos verdes le daban un encanto particular pero se cargaba una personalidad fría y soberbia que hacía temer a cualquier persona que se le acercara.

Mis pensamientos sobre la Princesa fueron interrumpidos cuando Adam puso una mano sobre mi hombro, me miraba sonriendo ya que seguramente mi expresión de espanto era fascinante para él

- Tranquila, vamos a enseñarte todo lo que debes hacer para poder acoplarte bien a su vida – sentía que mi cuerpo comenzaba a temblar – Desde cómo le gusta la tina para bañarse hasta el mínimo detalle sobre sus actividades diarias y eventos

- Pero yo... - tragué pesado – Solo soy una chica de dieciocho años que ni siquiera acabó la secundaria

- Todo se aprende en la vida – agregó sin importancia – Yo comencé a trabajar como mano del Rey a los catorce años – lo observé con asombro – Todo el tiempo tenia terror de arruinarlo pero mirame ahora... – se señaló con ambas manos – Soy la persona de mayor confianza en el palacio – me entregó una agenda – Esa va a ser tu mayor herramienta de trabajo, cuando sea el día en que la Princesa este de regreso lo complementaremos con un celular para que pueda facilitarte la vida – me indicó con la cabeza que lo siguiera – Antes que nada vamos a ir con la modista para que tome tus medidas, vas a usar trajes confeccionados específicamente para vos porque vas a acompañar a la Princesa a todos lados y debes estar siempre impecable – volteó a verme un instante y luego continuó avanzando – También debemos pasar con la estilista, que arregle ese cabello tan... - fruncí el ceño a pesar de que no me veía – Poco cuidado

- Bueno, usted vio en las condiciones que vivía, apenas teníamos para comer – bajé la mirada sin dejar de ir detrás suyo

- Por eso debes valorar esta oportunidad – abrió una puerta indicándome que ingresara – Solo se presenta una vez en la vida

Al entrar al taller noté que era inmenso y muy iluminado por grandes ventanales que proporcionaban la suficiente luz natural para trabajar. En el centro del lugar había una enorme mesa en la que varios trabajadores realizaban algún diseño para uno de los integrantes de la familia real porque se veía que era una pieza bastante elegante. Al fondo había varias estaciones equipadas con máquinas de coser muy modernas, no como la que solía usar mi abuela y a un costado había varios rollos de distintas telas de colores

- Cassandra... - la elegante señora volteó – Esta es la joven a la que debes tomarle medidas, queremos trajes elegantes, en especial negros o azul marino

Entre la Corona y el CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora