Capítulo 3

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Voten y comenten, porfa!! Los quiero!!

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Capítulo 3

A paso acelerado caminé hacía el área donde se encontraba la habitación de la Princesa, en todo este tiempo jamás había ingresado, Adam dejó en claro que solamente cuando la hija del Rey estuviera en el palacio podría conocer el lugar y ese momento por fin había llegado. Debía admitir que algunas noches las pasé fantaseando como sería el lugar, por lo poco que escuchaba de la chica era muy distante, desapegada emocionalmente y muy exigente por lo que suponía que su habitación sería un reflejo de esa personalidad. Una vez parada frente a la puerta solté una larga respiración, puse la mano temblorosa sobre el picaporte de oro y un instante después estaba frente a mí un inmenso cuarto, en el centro se encontraba una cama demasiado grande con un edredón en azul marino, el piso era de mármol pulido en color negro que hacía que el poco taco que tenían mis zapatos retumbaran en el silencio del cuarto, las paredes blancas cubiertas de muchas fotos en blanco y negro de distintos paisajes, a la izquierda se veía un enorme vestidor, a la derecha un escritorio elegante y al lado una estantería llena de libros. Tenía curiosidad de seguir conociendo un poco más sobre el lugar pero no quería provocar que la Princesa se enojara conmigo por no tener a tiempo lo que me pidió, caminé hacía la puerta que dirigía a un baño tan grande que podría asegurar que era del tamaño de la casa en la que vivía en Franna junto a mi familia. Me acerqué a la inmensa tina, abrí las llaves regulando la temperatura y cuando ya tenía una buena cantidad de agua comencé a poner los productos que me habían explicado que le gustaban a la Princesa para finalmente tomar una caja de madera en la que, a partir de este momento, siempre habría pétalos de rosas rojas que fueron colocados cuidadosamente sobre el agua. Una vez listo el baño salí con la decisión de ir en busca de la mujer que me atormentaría el resto de mis días pero en cuanto atravesé la puerta encontré a Camille quitándose la ropa

- ¡Mierda! – exclamé entre asustada y avergonzada por haber visto su espalda desnuda

- Mi nombre es Camille, no mierda – dijo sarcásticamente mientras continuaba desvistiéndose sin importarle mi presencia así que me di vuelta para darle privacidad - ¿Ya está lista la tina?

- Lo está, Princesa – contesté nerviosa

- Podes regresar en una hora para que revisemos como serán mis días de ahora en adelante – pasó a mi lado cubierta con una bata de seda en color negro que era bastante corta pero cubría lo suficiente pero antes de terminar de ingresar al baño dio unos pasos hacia atrás para quedar frente a mí - ¿No te indicaron que uses corbata?

- Confeccionaron algunas acordes a los trajes pero no me sentía a gusto usándolas – tragué pesado al sentir que tomo con sus manos el cuello de mi camisa blanca – Si usted prefiere que la use inmediatamente voy a ponérmela

- ¿Sabes hacerlo? – indagó mirándome a los ojos provocando que mis piernas temblaran por la intensidad de su mirada

- Me enseñaron a hacerlo, Princesa – respondí en un hilo de voz

Entre la Corona y el CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora