La joven Jazmín se ve obligada a dejar su vida para convertirse en la asistente personal de la princesa Camille, una joven de carácter frío y distante. Jazmín entra en un mundo de intrigas palaciegas y deberes reales, donde su calidez y espíritu lib...
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Capítulo 35
>>Camille<<
El viaje a Nevadia fue largo y tenso ya que Marcus, mientras conducía, se mantenía en alerta para que nadie estuviera siguiéndonos. Estaba asustada, no sería fácil comenzar una vida de cero porque a pesar de que no me faltaría nada en el aspecto material, personalmente estaría sola. Jamás había viajado en auto a Nevadia por lo que no tenía conocimiento de cuanto faltaba pero había transcurrido bastante tiempo
- Ya casi llegamos, Camille – informó mi custodio
Asentí mirando por la ventana, la ansiedad crecía dentro de mí, todavía faltaba el trayecto por mar así que no podía relajarme porque aún había riesgos de ser descubiertos. Cuando llegamos a la costa nos esperaba un barco más pequeño del que acostumbraba usar pero sería suficiente para que fuera mi respaldo en caso de que tuviéramos que huir de la isla. El trayecto en mar fue en silencio aunque el sonido de las olas y el viento nos hacían compañía. Tan solo pasaron cuarenta minutos cuando pude divisar esa hermosa mansión que tanto le había gustado a Jazmín y que ahora sería mi refugio
- Llegamos – anunció mi fiel compañero
Con su ayuda bajé del barco, detallé el hermoso jardín que rodeaba mi nuevo hogar y avancé por la costa hasta llegar a la lujosa casa
- Es perfecta... - murmuré sintiéndome aliviada por haberlo conseguido
- ¡Camille! – la voz de Hanna me hizo ver hacia la entrada - ¡Lo consiguieron!
- Acá estamos, sanos y salvos – esta vez, cuando me abrazó con tanto cariño, devolví el gesto – Todo va a estar bien, ya verás
- Confió en vos – se apartó sonriendo – Vamos, tenés que ver todo lo que hicimos estos días
Recorrí el lugar confirmando que habían hecho un excelente trabajo, me gustaba como habían acomodado los muebles y cuando entré a la que sería mi habitación quedé maravillada al ver la hermosa vista que tenía al mirar por la ventana, de cierta manera escuchar el mar me ayudaría a relajar mi mente
- ¿Puedo ayudarte en algo más, Camille? – volteé al escuchar a Marcus
- No, estoy bien – sonreí levemente – Gracias por todo, sin dudas nada de esto hubiera sido posible sin tu ayuda
- Siempre voy a estar para vos – inclinó levemente la cabeza en señal de respeto
- Por favor, basta de formalidad – pedí suplicante – En este nuevo comienzo somos amigos, no me debes respeto más que el que cualquier ser humano se merece
- Me va a costar pero voy a hacer mi mayor esfuerzo – sonrió por primera vez en los diez años que llevaba a mi lado
Al caer la noche me permití un momento de reflexión, desde el balcón contemplé el mar recordando el día intenso que había tenido. Mi fingida muerte seguramente ya estaba en todos los medios de comunicación pero no quise ver nada relacionado a eso, no me ayudaría a sentirme mejor y mucho menos si llegaba a ver a mi pequeña hermana sufriendo por mi culpa. A partir de ese momento comenzaría un nuevo reto, uno que se trataba de vivir en las sombras esperando el momento adecuado para revelar la verdad. Al irme a la cama no pude evitar pensar en Jazmín, no tenía idea de cuánto tiempo me llevaría volver a verla, tampoco era seguro que cuando lo hiciéramos ella no hubiera continuado su vida y estuviera con alguien más, pero por el momento quería mantener intacto el sueño de tenerla nuevamente entre mis brazos.
