La joven Jazmín se ve obligada a dejar su vida para convertirse en la asistente personal de la princesa Camille, una joven de carácter frío y distante. Jazmín entra en un mundo de intrigas palaciegas y deberes reales, donde su calidez y espíritu lib...
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Capítulo 20
Pude ver claramente el impacto que ocasionaron mis palabras en ella, era evidente que no se esperaba ese tipo de confesión pero yo necesitaba sacarlo porque sentía que terminaría ahogándome si continuaba guardándolo. Al notar que pasaban los segundos en completo silencio me asusté, probablemente lo que acababa de decir estaba fuera de lugar
- Discúlpeme Princesa – bajé la mirada porque no soportaba ver sus ojos debido a la vergüenza – Le prometo que no voy a volver a incomodarla
Me di media vuelta para salir de su oficina, no quería seguir frente a ella porque no podría soportar ser la responsable de la tensión que se acababa de ocasionar
- Jazmín... - me detuve al escucharla pero no volteé – Quiero que vengas aquí y me mires
Tragué pesado, lentamente giré sobre mis talones y recriminándome internamente por haber abierto la boca, caminé hacia ella
- Dígame, Princesa – murmuré con los ojos clavados en el piso
- Quiero que me veas a la cara – sintiendo como mis manos temblaban por los nervios hice lo que pidió notando en su rostro esa hermosa sonrisa que me encantaba - ¿Crees que estás enamorada? – asentí levemente porque no tenía caso negar lo que acababa de decir - ¿Lo crees o lo estás?
- Yo... - no pude contestar porque temía decir otra cosa que la incomodara
- ¿Vos...? – movió su mano indicándome que continuara pero no pude hacerlo – Quiero que seas sincera conmigo por lo que agradecería que respondieras mirándome a los ojos
- Estoy enamorada de usted – expresé en voz muy baja
Antes de que pudiera analizar su expresión sentí que sujetó mi cintura, me hizo caminar hacia atrás y cuando mi espalda chocó contra la puerta hizo que nuestros labios se encontraran con fuerza. Era un beso fuerte que no se comparaba con los que nos habíamos dado anteriormente, su lengua buscaba desesperadamente la mía y su cuerpo me presionaba provocando que una extraña sensación me invadiera
- Princesa... - susurré cuando su boca se dirigió a mi cuello pero ella me ignoró – Princesa... por favor... - continuó sin hacerme caso – Deténganse, por favor
- ¿Hice algo que te haya incomodado? – cuestionó preocupada al apartarse
- No, me gusta tenerla cerca pero... - su sonrisa al escuchar mi respuesta desapareció – Tengo temor de lo que estamos haciendo
- ¿Temor? – asentí apenada – Jaz, no haría nada que no quisieras – tomó mi rostro con ambas manos – Jamás pasaría alguno de tus limites
- Usted... - me sentía muy nerviosa pero necesitaba obtener respuestas - ¿Usted siente algo parecido a lo que yo siento?
- ¿Crees que hubiera asesinado a tu padre si no estuvieras haciendo que mi corazón latiera como loco? – nos miramos a los ojos - ¿Crees que me casaría con un hombre que no es para nada de mi agrado si no fuera para poder vivir a escondidas lo que siento por vos? – la abracé con fuerza – Me gustas demasiado, de verdad quiero que estés a mi lado para que podamos descubrir realmente este sentimiento que nos está invadiendo
