Capítulo 37

151 23 19
                                    

Hola a todos!! Estoy de regreso con un nuevo maratón, el cual seguramente sea de los último porque no quedan muchos capítulos. Gracias por todo el apoyo. Los quiero mucho!! No se olviden de dejar su estrellita y algún comentario!!

 Los quiero mucho!! No se olviden de dejar su estrellita y algún comentario!!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 37

Cuando Camille se fue del departamento dejó un torbellino de emociones alterando todo en mi interior, saber que estaba viva era algo que había deseado con todas mis fuerzas pero me había dejado en un estado de conmoción. Me sentía como en un trance, tratar de procesar la realidad no sería una tarea sencilla, era mucho con lo que debía cargar en mi mente y no estaba segura de poder tomar una decisión en los próximos días.

Sin decirle nada a Nicolás ni a mi madre fui a mi habitación, no quería hablar del tema porque terminaría abrumándome más de lo que ya lo estaba. Escuché cuando mi hermano salió para encontrarse con la chica que le gustaba y mi madre al parecer se había puesto a preparar la cena ya que los planes de comer pizza se habían visto interrumpidos por la inesperada visita.

En mi cabeza resonaba el ruido de las llaves que Camille me había dado, era un recordatorio constante de la posibilidad de un futuro que había soñado en varias ocasiones pero no dejaba de ser difícil de asimilar. Sentada en la cama tomé las llaves que había dejado en mi mesa de noche, clavé mis ojos en ellas y deseé profundamente poder obtener la claridad que tanto necesitaba. Mi madre, desde la puerta me observaba sonriendo pero no intentó tocar el tema

- Jazzita, ¿Querés cenar? – preguntó con voz suave

- No tengo hambre, mamá – contesté en susurros

Con lentitud ingresó a mi habitación, se sentó a mi lado y me abrazó de lado tratando de reconfortarme

- No puedo quedarme callada – besó mi cabeza de manera maternal – Tengo claro que es mucho por asimilar, pero Camille está viva y eso es algo maravilloso

- Lo es aunque también es abrumador y agobiante – expliqué tratando de que comprendiera lo que había en mi interior – Me siento estúpida por haberme quedado paralizada, tenía tantas preguntas por hacerle pero no salían las palabras de mi boca

- Y las vas a seguir teniendo hasta que tomes la decisión de ir a aclararlas – puso su mano sobre la mía que aún sujetaba el juego de llaves – A pesar de eso creo que debes sentirte feliz de saber que, aunque no te lo dijo en palabras, demostró que te ama tanto como vos a ella

- Tengo mucho que pensar – mi respuesta la hizo soltar un largo suspiro – Voy a tratar de dormir, me siento agotada mentalmente

Sin decir más nada salió de mi habitación apagando la luz y cerrando la puerta, no quería hacerla sentir mal pero no podía precipitarme a tomar una decisión que expusiera nuevamente mis sentimientos.

Cuando comenzó la semana fui a trabajar sin sacar de mi mente los ojos de Camille, había deseado tantas veces volver a verlos y se me había presentado la oportunidad de poder hacerlo pero eso tampoco me hacía aclarar mi mente. Durante el inventario junto a Charles no pude concentrarme, cometía errores que ni cuando ingresé a trabajar los había tenido por lo que mi jefe decidió que se encargaría de acabarlo mientras yo me centraba en los clientes que ingresaban.

Entre la Corona y el CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora