La joven Jazmín se ve obligada a dejar su vida para convertirse en la asistente personal de la princesa Camille, una joven de carácter frío y distante. Jazmín entra en un mundo de intrigas palaciegas y deberes reales, donde su calidez y espíritu lib...
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Capítulo 32
Estuve varios días en un fuerte estado de depresión, no salía de mi cuarto para nada, no dejaba que nadie de mi familia me hablara aunque todos los días, a cada rato, me brindaban su apoyo.
Mi madre se encargó de hablar con Charles para informarle que por problemas de salud debía tomarme un tiempo de descanso, mi jefe fue muy comprensivo y diciendo que estaría esperando mí regreso aunque podía tomarme los días que necesitara para sentirme mejor. No sabía si tendría ánimos para retomar mi trabajo pero de cierta manera que mi madre me contara que Charles había sido tan tolerante me dio cierta calma.
Quince días más tarde, debido a las suplicas de mi madre me levanté de la cama para cenar junto a ellos, ninguno intentó tocar el tema de lo ocurrido y agradecía que así fuera porque temía que de solo escuchar su nombre me caería nuevamente
- A pesar de que todavía no me dan el alta fui a una entrevista laboral – contó Nicolás pero yo mantuve la vista en mi plato aún lleno de comida – Es una constructora, no voy a realizar trabajo físico, claramente – bromeó haciendo que solamente mi madre soltara una risa suave – Me dieron un puesto como asistente de uno de los arquitecto principales
- ¡Eso es grandioso, hijo! – nuestra progenitora se puso de pie para ir a abrazarlo y llenarlo de besos – Estoy muy orgullosa de vos
En ese momento me di cuenta que por estar tan encerrada en mi dolor estaba dejando de disfrutar esos pequeños momentos junto a mi familia. Durante meses no los tuve, deseaba cada noche volver a estar junto a ellos y ahora que estaba de nuevo compartiendo mis días a su lado estaba permitiendo que la depresión me consumiera. Ese pensamiento me hizo llorar, quería salir de esa situación pero no tenía idea de cómo hacerlo
- Me da mucho gusto que estés saliendo adelante – el llanto me ganó – Lo siento, de verdad me da gusto pero... - me puse de pie – No puedo...
Me fui a mi cuarto donde me encerré a llorar abrazando mi almohada, quería a Camille de regreso, ella era la única persona que podría hacerme salir de este hoyo pero eso sin dudas no sucedería porque esta vez se había marchado para siempre.
Unas noches más tarde, mi madre me pidió que fuera a cenar con ellos, accedí con desgano y al ver que el platillo que había preparado era mi favorito no pude contenerme de llorar, los dos vinieron a abrazarme no sabiendo cual era el motivo por el cual me había puesto tan mal
- Ella iba a venir a visitarlos, quería que le hicieras probar la sopa de pollo con fideos – conté afligida – Se murió sin haberlo probado, jamás va a saber lo rico que es
- Oh... mi niña – mamá acarició mi cabeza con ternura – Me duele tanto verte así...
- Jazzy, dejanos ayudarte – al levantar la mirada para ver a mi hermano lo vi llorar y eso fue un golpe duro – Tenés que salir de esta situación que te está consumiendo
