La joven Jazmín se ve obligada a dejar su vida para convertirse en la asistente personal de la princesa Camille, una joven de carácter frío y distante. Jazmín entra en un mundo de intrigas palaciegas y deberes reales, donde su calidez y espíritu lib...
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Capítulo 15
>>Camille<<
Desde pequeña mi vida fue bajo las estrictas leyes que me imponía mi padre, el hombre más despreciable y despiadado de todo el reino. Mi madre nunca fue alguien con quien pudiera contar ya que siempre se mantenía bajo el régimen autoritario de mi padre y Amelie, quien es cinco años menos que yo, fue junto a mi abuela las únicas en darme cariño.
A los cinco años fui testigo del primer asesinato de mi padre, a los siete fui obligada a decidir si uno de los empleados del palacio debía seguir viviendo y al cumplir los quince, como celebración de cumpleaños, tuve que dispararle a un hombre que se infiltró en el palacio en busca de ayuda.
Esas fueron algunas de las situaciones que marcaron mi carácter, a pesar que de niña me caracterizaba por ser risueña, cariñosa y amable, me convertí en una persona completamente fría por lo que me llevó a alejarme de muchas personas en mi vida.
Cuando fue el momento de tener que ir a la universidad no quería hacerlo, no le veía caso estudiar una carrera que no me interesaba pero pesó más mi sueño de ser Reina de Aurorion. Partí a Solaria en cuanto cumplí los dieciocho años, cuando conocí esa sensación de libertad traté de disfrutar cosas que no podría estando en el reino, tuve varias aventuras sexuales, confirmando esas dudas que surgieron desde la adolescencia y cuando las cosas con Juliette se pusieron serias llegué a barajar la idea de abandonar la posibilidad de ser Reina.
Mi primera experiencia homosexual fue cuando tenía dieciséis, mi padre puso a una chica llamada Octavia como encargada de ayudarme en todo momento, éramos prácticamente de la misma edad, nos divertíamos pasando tiempo juntas y una noche, cuando le pedí que se quedara a dormir conmigo porque estaba muy enojada con mi padre, terminamos besándonos y tocándonos tímidamente nuestros cuerpos en busca de un tipo de satisfacción que aún no comprendíamos del todo. A partir de ahí fueron meses en los que tratábamos de pasar la mayor cantidad de noches juntas para seguir experimentando pero una tarde la escuché contándole nuestro secreto a Adam por lo que no me detuve hasta que dejó de trabajar para mí.
Desde el momento en que vi a Jazmín supe que tendría una batalla interna, me pareció hermosa desde el principio y mi mejor idea fue comportarme como una completa imbécil para que fuera ella misma quien desistiera de estar a mi lado pero ese dulce carácter que tenía hizo que no pudiera apartarla de mi lado.
Al día siguiente del cierre de la festividad de los ancestros fui a hablar con mi abuela, era la única persona en todo el reino que sabía de mi propia boca mi preferencia por las mujeres y siempre estuvo apoyándome por lo que no dudé en contarle lo que me estaba ocurriendo con mi asistente
- Ya no sé qué hacer – resoplé frustrada – Nada de lo que haga sirve para que quiera dejar de trabajar para mí
- Es persistente la muchachita – sonrió – O quizás está sintiendo las mismas cosas que vos – clavé mis ojos en ella – Mi niña... - tomó mis manos – No me queda mucho en este plano terrenal, voy a partir sin haber visto a mi nieta mayor ser feliz – mis ojos se llenaron de lágrimas – Date la oportunidad de serlo, pensa en vos y no en tu futuro como Reina
