Capítulo 10

223 29 17
                                    

No se olviden de dejar su estrellita y algún comentario. Los quiero!!

 Los quiero!!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 10

Pasaron unos cuantos días después de la muerte de Juliette, Camille se mantenía bastante cabizbaja a pesar de que trataba de mostrarse aún más fría que antes. Pasaba mucho tiempo con su abuela, la acompañé al acto benéfico al cual la había comprometido Adam y afortunadamente para ella los siguientes días no tenía compromisos pero trataba de concentrarse con asuntos reales.

Una tarde, luego de ayudarla con la organización de sus siguientes compromisos, iba hacia mi cuarto para llevar mis trajes para que los limpiaran y fui interrumpida por uno de los mayordomos

- Me comentó el señor Adam que el Rey la espera en su despacho – miré lo que llevaba en mis manos como tratando de justificarme – Yo puedo llevar eso para que no haga esperar al Rey

Sintiendo los nervios de punta le entregué todos mis trajes, le sonreí en agradecimiento por su ayuda y a paso lento recorrí los ya conocidos pasillos que me llevaban al lugar que más detestaba del palacio. Mirando la puerta no pude dejar de pensar en las cosas que habían dicho esas mujeres en el velorio, tragué pesado varias veces y juntando la poca valentía que tenía di dos golpes suaves

- Pasa, Jazmín – dijo en tonó fuerte

Abrí la puerta, una vez adentro cerré y miré al hombre que estaba sentado en su silla con las piernas cruzadas, su camisa blanca arremangada hasta los codos, la corbata desajustada, tenía un vaso de whiskey en la mano y la botella estaba sobre el escritorio

- Toma asiento – señaló la silla y sin dudarlo obedecí - ¿Por qué aún no he visto resultados? – antes de que pudiera hablar continuó – No sé si estas desafiándome o simplemente no crees en las represalias que puede haber

- Majestad, en realidad no he sabido cómo hacerlo – solté una mentira que tenía una parte de verdad – Camille está muy dolida por la muerte de su amiga

- No era su amiga – sacó del cajón un habano, lo llevó a su boca y lo encendió – Era la mujer con la que se acostaba – abrí grandemente los ojos – Desde que Camille entró a la universidad tuve ojos en cada movimiento que daba y no tardé en descubrir que pasaba algo entre ellas – dio una larga calada – Una tarde fui personalmente a conversar con Juliette, le puse sobre la mesa muchísimo dinero y acordamos que mantendría una relación con mi hija para que cuando fuera el momento que Camille tuviera que regresar para asumir su lugar escogiera el amor en lugar de la corona

- Camille tiene las ideas muy claras en su cabeza – sonrió con sorna ante mi comentario

- Mi hija es muy inteligente, diría que quizás podría ser mejor soberana de lo que soy, pero tiene un gran defecto – bebió el contenido del vaso para volverse a servir – Se deja llevar demasiado por el corazón – con unas pinzas agarró un cubo de hielo para enfriar su bebida – Eso la hace ser inservible para ser reina

Entre la Corona y el CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora