La joven Jazmín se ve obligada a dejar su vida para convertirse en la asistente personal de la princesa Camille, una joven de carácter frío y distante. Jazmín entra en un mundo de intrigas palaciegas y deberes reales, donde su calidez y espíritu lib...
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Capítulo 9
Escuchar su pedido hizo que todo mi cuerpo vibrara, no creía que fuera correcto que estuviera en la misma cama que la futura Reina de Aurorion pero su mirada suplicante y llena de tristeza no me permitía negarme por lo que haciendo callar a la voz de mi cabeza que me gritaba que no cediera, asentí para luego acostarme a su lado tomando la mayor distancia posible para no hacer que la situación fuera aún más rara. Ambas nos acomodamos con la espalda sobre el colchón, nuestras miradas estaban en el techo, mis manos sujetaban con fuerza la cobija que llegaba hasta mi pecho y las suyas caían a los lados de su cuerpo
- Princesa, ¿Puedo preguntarle algo? – de manera sincronizada volteamos a vernos y ella con un leve movimiento de cabeza me dio permiso de sacarme la duda – Las mujeres con las que habló en la sala fúnebre... - se apresuró en responder
- La mayor es Carmen, la madre de Juliette y la chica es Charlotte, su hermana – explicó con voz lúgubre – Supongo que escuchaste las cosas que dijeron... - afirmé sintiéndome una entrometida - ¿Querés preguntar algo más?
- No tiene que darme explicaciones, Princesa – jugué nerviosa con mis manos – Pero si usted desea exteriorizar algo conmigo no dude que voy a escucharla así que no tenga temor de ser juzgada – bajé mi mano para tomar la suya – Por lo menos no por mí
Hubo largos minutos de silencio, creí que se había quedado dormida por lo que cerré mis ojos deseando poder dormirme pronto pero las recientes revelaciones no paraban de dar vueltas en mi mente
- ¿Crees que mi padre fue capaz de mandar a esos hombres para matarla? – percibí cierto temor en su cuestionamiento
- Hablé muy pocas veces con el Rey Isaac, no podría establecer un juicio sobre su persona – mentí
En mi mente describía a ese hombre como un ser despreciable así que sin temor a equivocarme podría asegurar que era capaz de eso y hasta cosas peores
- Jazmín, sé que tuviste algunas conversaciones con él – me puse tensa al sentirme expuesta – Entiendo que hayas ido a expresarle tu incomodidad e inconformidad por mi actitud así que no hace falta que me mientas
- Yo no... - no pude confirmar su teoría porque era completamente errónea pero tampoco podía decirle la verdad
- Tranquila, sé que soy de lo peor – me miró dejándome ver esa bonita sonrisa que muy pocas veces enseñaba – Por algo soy la dama de hielo
- ¿Sabe eso? – interrogué sorprendida
- No hay persona dentro del reino que no sepa que me llaman de esa manera – aseguró despreocupada
- Yo no lo hago – nos miramos a los ojos – Jamás la podría llamar de esa manera porque a pesar de que es fría, emocionalmente distante y muy soberbia sé que en su interior hay una chica que es todo lo contrario – tragué pesado al ver como los músculos de su rostro se endurecían pero no podía callarme – Por algún motivo que desconozco esa chica esta prisionera pero espero que pronto esa condena finalice para que el mundo pueda conocerla
