Capítulo 22

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No se olviden de dejar su estrellita y algún comentario!! Los quiero!!

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Capítulo 22

Había cometido el peor error de mi vida, me había metido sola en la boca del lobo y ahora mi integridad estaba completamente expuesta ante el hombre más despiadado que existía sobre este reino. En cuanto desabrochó el botón de su pantalón sentí verdadero pánico, no había nada que pudiera detener lo que el Rey tenía planeado hacer y cuando con su dedo señaló el piso comprendí que me estaba indicando que me pusiera de rodillas. No quería hacerlo, me asqueaba de solo imaginarme lo que estaba pasando por su retorcida cabeza pero si me resistía sería aún peor. Afortunadamente cuando iba a ponerme en la posición que exigía se escucharon dos fuertes golpes en la puerta

- Isaac, soy yo – suspiré al escuchar la voz de Adam

Sin dudarlo fue hacía la puerta, al abrir el hombre miró la parte inferior de la vestimenta del Rey deduciendo lo que estaba por ocurrir y por la mirada de lástima que me lanzó supe que se estaba apiadando de mí

- Jazmín, la Princesa está buscándote para que la ayudes con unos pendientes antes de dormir – claramente era mentira pero estaba buscando la manera de ayudarme – Estoy seguro que pueden continuar la reunión en otro momento ya que no creo que ninguno de los dos quiera que Camille llegué en medio de la conversación que estaban teniendo

- Largate de mí vista – Isaac señaló furioso la puerta

Sin pensarlo dos veces casi corrí hacia la escalera pero a mitad de camino tuve que detenerme por el llanto y el ataque de ansiedad que había llegado con demasiada fuerza

- Tranquila... - levanté la mirada en medio de mis constantes jadeos en busca de aire encontrando a Amelie – Recorda como te enseñé que debías respirar en estas ocasiones – tomó mis manos y comenzó a respirar profundamente con mucha exageración para que la imitara – Eso es, continua haciéndolo para que te sientas mejor

Pasaron varios minutos hasta que pude restablecerme pero mi llanto no cesaba, había estado a punto de vivir una experiencia espantosa y no había nada que me asegurara que el Rey no buscaría terminar lo que quedó inconcluso

- Acompañame a mi habitación – pidió amablemente así que asentí

A medida que subíamos se quitó los audífonos de sus orejas, los guardó en una cajita y estuvo atenta a su celular hasta que llegamos al tercer piso donde me indicó que la puerta del fondo era la de su habitación que a diferencia de la de Camille era más grande

- Dejame darte una botella de agua – abrió el frigobar para sacar la bebida – Toma asiento en el sillón

Hice lo que pidió, era raro estar en su cuarto, pero era evidente que me había traído por algún motivo que aún desconocía

- Da tragos cortitos – me entregó el envase y de inmediato comencé a beber – Voy a ser sincera, Jazmín – le coloqué la tapa a mi bebida y la miré a los ojos – Sé que tenés un acuerdo con mi padre para enamorar a mi hermana

Entre la Corona y el CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora