Capítulo 28

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No se olviden de dejar su estrellita y algún comentario!! Los quiero!!

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Capítulo 28

Mientras esperaba por la llegada de Camille le conté todo lo ocurrido en las últimas semanas a mi madre y a Nicolás, ambos insistían en que debíamos buscar la manera de huir, que lo mejor era que me alejara definitivamente de todo lo que tuviera que ver con el reino pero yo no podía dejar de pensar en que hacer eso nos llevaría directo a la muerte porque Isaac no lanzaba amenazas al aire sin cumplirlas.

Pasaron casi tres horas cuando el timbre comenzó a sonar de manera repetitiva dejando en claro quien estaba del otro lado, mi madre fue a abrir y un instante después estaba la Princesa frente a mi mirándome con mucho enojo

- ¡¿Qué mierda tenés en la cabeza?! – levantó la voz sin importarle que mi familia estaba presente – Te pedí que mientras estaba tratando de ayudar a Máximo te mantuvieras alejada de Isaac y lo primero que hiciste fue subirte a su camioneta para irte de paseo con él

- ¿Estás escuchando lo que decís? – me puse de pie para confrontarla - ¿Te crees que tenía alguna posibilidad de negarme?

- ¡Claro que la tenías! – que continuara gritándome lo único que provocaba era que me sintiera más furiosa

- ¡Yo no puedo negarme ante ese hombre! – elevé el tono para que supiera que yo también estaba enojada – ¡Aquí la única que puede decirle que no a esa bestia es usted! – era tanta mi molestia que dejé que cayeran las lágrimas que empañaban mi visión – Lo único que quería al llegar al palacio era poder encerrarme en el cuarto porque me sentía fatal por su culpa – la señalé – Usted juega con mi mente, en un momento me trata bien, me hace el amor, me dice que me quiere y al siguiente me grita y me aleja de su lado – pude ver que mis palabras le habían calado pero no me importó – Isaac me estaba esperando, tenía todo planeado y a pesar de sentir pánico no pude negarme – quiso acercarse pero se lo impedí poniendo mis manos de por medio para marcar la distancia a la que quería que estuviera – No es justo que venga aquí, me grité delante de mi familia y pretenda que me quede callada – reclamé exaltada – Estoy cansada, Camille – limpié bruscamente mis mejillas – O Princesa o como quiera que le diga, no sé en este momento como debo hablarle – me senté en el sillón – Lo siento si las cosas se complicaron por no haberme podido negar, no sabía cuáles eran sus planes cuando me obligo a ir con él – con cautela avanzó hacia mí y al darse cuenta que no le pondría un alto se sentó a mi lado – Creí que me mataría, tuve tanto miedo que supliqué por mi vida y él solo se rio para luego decirme que había disfrutado escucharme de esa manera

- Lo siento, cariño – me abrazó causando que volviera a romper en llanto – De verdad siento mucho que hayas pasado por eso – besó mi cabeza repetidas veces – No voy a justificar mi manera de actuar al llegar pero realmente estaba muy asustada porque no sabía lo que me encontraría – tomó mi rostro – No soy buena demostrando lo que siento por lo que suelo ser una imbécil en estas situaciones – me besó con mucha dulzura – Cuando me llamó para decirme que estaba aquí pensé que al venir me encontraría con un escenario espantoso

Entre la Corona y el CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora