Enid Pov.
—No hagas ruido Ohtli—. Susurré a mi pequeño jaguar negro.
Aunque de pequeño ya no tiene nada, en tan solo tres meses había crecido mucho y me llega hasta las rodillas haciendo que cuando se arrojaba a mi, sacará todo el aire que tenía en mis pulmones. El sigue creyendo que es un cachorro pero no lo es, al menos no en tamaño.
Mi querido Ohtli me miró unos segundos y luego se agachó pegando su pecho a la tierra al igual que yo quien sonreí con suficiencia. Ambos estamos cazando a un conejo pero este es demasiado sigiloso y los hemos estado persiguiendo por un largo tiempo, ¿Por qué? Porque me rehusó al hecho de que un conejo nos gane a mi jaguar y a mi.
¡Parecemos dos tontos!
Tomé un pequeño respiro y al no escuchar las patas del conejo contra la tierra, alce un poco mi cuerpo. Admirando el paraíso que tenía delante de mi. A lo lejos podía ver la capital central que es Tenochtitlan, hay algunas nubes en el cielo que no quitan el hermoso azulado que es junto con algunos sonidos que ahora reconocía a la perfección.
Murmuré en voz baja y solté un grito cuando Ohtli soltó un gruñido para luego salir corriendo, solo alcance a notar un pequeño cuerpo blando dándome cuenta que era... ¡Nuestro conejos!. Así que rápidamente salí corriendo detrás del jaguar, adentrándome al bosque, saltando entre rocas y tierra.
Estaba descalza y Ajax estaría muy orgulloso de mi al darse cuenta que me había acostumbrado a estar la mayor del tiempo descalza. La vida ha sido muy buena para mí excepto por... No, no... No puedo pensar en ello en este momento.
—¡Ohtli! ¡Derecha!—. Grité haciendo que el jaguar negro me cruzará por delante para ir hacia el lado indicado mientras yo tomaba el otro.
Juntos atacamos, lance mi lanza que el conejo pudo esquivar rozándole las patas traseras pero eso solo era una distracción ya que mi jaguar atacó haciendo que ambos rodarán por la tierra, me detuve a unos metros solo para sonreír al notar la sangre. ¡Si! ¡Hemos casado al conejo que se rehusaba a nosotros!.
—Muy bien hecho mi amor—. Dije acariciando su cabeza haciendo que ronroneara restregando su cabeza.
Me coloqué en cuclillas sujetando al conejo, Ohtli a hecho un trabajo rápido ya que podía ver los agujeros de su mordida, aunque no lo dejo tan magullado como otras veces cuando era un poco más cachorro y aprendía a cazar. Antes de seguir inspeccionando escuché su gruñido amenazador y giré rápidamente hacia atrás solo para verlo en sus cuatro patas completamente en alerta.
Me levanté colocándome detrás de él solo para ver a un hombre saliendo dentre los arbustos. Mi corazón latió fuertemente dentro de mi pecho porque hace... Mucho tiempo que no veo por aquí a un español, desde que los desterraron, aún no han vuelto.
El hombre se ve cansado, llena en su espalda una playera blanca como si fuera mochila, un palo de madera entre sus manos y su espada en su cadera sin olvidar su casco y su ropa bastante... Sucia.
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Xochitl y Yollotl: In Ixtapal Nican Anotl (Wenclair)
General FictionEn las tierras vibrantes de Tenochtitlan, donde los ecos del pasado aún susurran historias de valentía y amor, llegó una mujer de lejanas tierras llamada Enid. A pesar de ser obligada por los españoles, su corazón, lleno de curiosidad y anhelo por...