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Wednesday Pov.

Salí de mi Calpulli con un poco de seriedad, observando brevemente a mi gente, todos ocupándose de sus asuntos así que comencé a caminar paso tranquilo escuchando las risas de unos pequeños que me hicieron girar a verlos.

Salí de mi Calpulli con un poco de seriedad, observando brevemente a mi gente, todos ocupándose de sus asuntos así que comencé a caminar paso tranquilo escuchando las risas de unos pequeños que me hicieron girar a verlos

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—¿Hablarás con Huitzilopochtli?—. Escuché que un hombre dijo.

—Nuestro Dios no me escuchará, no soy un guerrero—. Respondió otro con cierto tono que no reconocí.

—¿Y? ¿No vas hacer un guerrero aguila—.

Los ignore de nuevo, siguiendo mi camino a paso lento, apreciando el nuevo día a pesar de tener a esos invasores que aún piensan tener un "acuerdo" con nosotros. Moctezuma se ha vuelto débil creyendo que esas profecias que hablan de Dioses blancos son ciertas.

Si él sigue igual, terminará muerto ante las manos de su propio pueblo por mostrar tal sumisión a los invasores blancos. Negué con la cabeza y seguí mi camino, encaminando mi andar para ir al mercado más cercano, necesita algunas cosas que comenzaban hacerme falta.

Algunas personas me saludaron al pasar al reconocerme, algunos otros por respeto ya que mi penacho les indicaba mi jerarquía, cordialmente asentí con la cabeza mirando ya a mercantiles vendiendo o intercambiando sus cosechas. Algunos artesanos hacen ahí mismo sus pulseras y otros hablaban de hacer trueques con un armas, otros tantos yendo a las pirámides para llevar fruta fresca a sus señores.

 Algunos artesanos hacen ahí mismo sus pulseras y otros hablaban de hacer trueques con un armas, otros tantos yendo a las pirámides para llevar fruta fresca a sus señores

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Xōcotl fresca—. Me dijo una comerciante señalando su puesto cuando me detuve enfrente.

—¿Qué quieres?—.

—Su arma se ve valiosa—.

—No, es mía de mi y no hay intercambio—.

—Ah... ¿Sabes los que sucederá cuando nuestro Tlatoani escuché esto?—. Habló una voz que reconocí rápidamente.

—No... Perdónenme—. Habló la mujer rápidamente inclinando la cabeza.

Tata, es molesto que me regalen cosas solo por ser una guerrera—. Hablé yo haciendo una mueca.

Xochitl y Yollotl: In Ixtapal Nican Anotl (Wenclair)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora