Monomɑ Neito.

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A veces, la personalidad de Monoma podía llegar a ser una mierda, solo por ser engreído.

Todos lo veían así, él es un chico bueno hasta que se le suben los humos y comienza a tratar a todo el mundo como inferiores, tú no eras la excepción.

Nadie entendía como tú y Monoma llegaron a ser pareja, sus personalidades eran completamente distintas. Mientras el rubio era caos, egocéntrico, molesto y gritón, tú eras tranquilidad, amabilidad, comprensión y respeto.

Tus amigas te vivían preguntando qué le habías visto para que te gustara y llegaran a ser algo más que amigos, y claramente tenías la respuesta, pero no podías decirlo en voz alta, tenías una reputación que mantener.

Mientras en público eras una chica centrada y ejemplar, en la habitación con Neito te encantaba ser humillada y degradada.

─ ¿Quién es mi putita, eh?

El rubio estaba detrás de ti, cogiéndote en cuatro mientras te jalaba el cabello. Te daba nalgadas cada vez que no respondías a lo que él decía o te soltaba cachetadas si no le hacías caso.

No hablabas ni respondías porque no podías. Mientras él te penetraba, manejaba el control del vibrador que estaba en tu clítoris, lo subía al máximo y lo bajaba.

─ Linda, no te oigo, ¿quién es mi puta?

Respondías con jadeos o gemidos, ya habían estado un rato largo cogiendo y no podías correrte más, estabas cansada y casi sin voz, pero él no paraba, le encantaba abusar de tu cuerpo.

Cuando se corrió por quinta vez dentro tuyo, salió de tu interior y tu cuerpo cayó en la cama cansado. Sentiste un escalofrío por tu espalda cuando sacó el dilatador anal, se puso entre tus piernas y con el pene lleno de lubricante se hundió en tu ano.

─ Eres un desastre, pero te ves hermosa así, llena de moretones y de sudor.

Comenzó a embestirte por detrás, subió tus piernas a sus hombros para mayor comodidad y te cogió fuerte y rápido.

Las pequeñas pinzas en tus pezones se desprendieron luego de tanto movimiento, haciéndote sentir un cosquilleo en tus botones. Monoma no perdió la oportunidad y se los llevó a la boca, mordiéndolos y jugando con ellos.

─ Es tan apretado aquí, deberíamos hacerlo más seguido así.

Por más que tu cuerpo estuviese cansado, te permitía seguir sintiendo placer. Sus estocadas se sentían muy bien por detrás, tanto que se acercaba otro de tantos orgasmos.

El vibrador se volvió a activar en tu clítoris, haciéndote gritar de placer. Sentías cosquillas en tu abdomen y cuando menos te lo esperaste, te corriste, squirteando en el cuerpo de tu novio.

─ No te di permiso, menos para hacer eso en mi cuerpo, ¿qué debería hacer ahora?

A Monoma le gustaba que siguieras sus reglas y acababas de romper una, así que terminó por cogerte con todas sus fuerzas y también te llenó con su semen por detrás.

No te dejó descansar, si bien habían terminado, era hora de limpiar todo el desastre.

El rubio se recargo en el respaldar de la cama y descansó su cuerpo.

─ Ven, preciosa. ─ Le hiciste caso. Una vez encima de él, te dio una cachetada.
─ Vas a limpiarme con la lengua, me ensuciaste sin permiso con tus fluidos.

No podías reclamar nada, no dijiste la palabra de seguridad, no te habías lastimado con gravedad, no había sido una emergencia, Monoma se refería más a lo que pasó como un capricho tuyo.

Comenzaste a pasar la lengua por su pecho húmedo, saboreando tus jugos. Bajabas lento y sin dejar ningún lugar sin limpiar. Su abdomen estaba muy mojado y lo limpiaste igual hasta llegar a sus muslos.

Cuando terminaste, te sentaste sobre tus piernas en tu lugar, mirándolo expectante, por si te ordenaba algo más o por si terminaban con su juego.

─ Que buena eres, nena. Terminamos por hoy.

Pudiste respirar con normalidad y te acostaste a su lado, mientras él acariciaba tu cabello.

Tal vez eso era lo que más te había atraído de Monoma, su personalidad de mierda, que desde que lo escuchaste por primera vez había encendido algo dentro de ti.

Habías tratado por meses de buscar una pareja que cumpliera con tus expectativas y tus gustos, y por suerte Monoma superaba todo eso, lo que te dejaba más que satisfecha.

Claro, luego de sus juegos debías recuperarte, tratar tus heridas y tapar muy bien tus marcas, ya que en la escuela eras conocida por ser una niña bien.

Claro, luego de sus juegos debías recuperarte, tratar tus heridas y tapar muy bien tus marcas, ya que en la escuela eras conocida por ser una niña bien

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Holii, espero que les haya gustado.

Pregunta rápida, ¿les gusta que todas las historias sean de puro sexo o les gustaría que haga cosas tiernas, románticas, tristes, etc?
Me sirve para saber que les gusta :)

En fin, tengan linda semana, les quiero!!!

❥ One Shots +18. // Boku no Heɾo Acɑdemiɑ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora