Historias +18 sobre personajes de Boku no Hero.
La portada NO es mía, créditos a su artista.
Historia dedicada simplemente a entretener.
Todos los personajes en las historias se los considera mayores de edad.
El trabajo como héroe no es fácil, ambos lo sabían y, aún así, trataban de ir contra la realidad. ¿Cómo? Planeando citas, aunque en el fondo supieran que lo más probable es que no podría realizarse. No les importaba, su amor es demasiado fuerte como para eso.
Hoy no es la excepción, así que te encontrabas, como es de costumbre, recostada en la cama con solo una remera de Shoto y tus braguitas. Planeabas que, aunque no pudieran cenar juntos, pudieran tener un momento íntimo, ya que hace mucho no lo tenían.
El paso de la hora fue sacándote todo rastro de esperanza, hasta que se hicieron las 2:30 de la madrugada. Rodaste en la gran cama y abrazaste una almohada, tratando de que sea un reemplazo de tu novio. Pasaron un par de minutos y ya te encontrabas durmiendo como un bebé.
Por otro lado, Shoto trató de hacer lo posible por terminar el trabajo que tenía. Había peleado y detenido a unos villanos que estuvieron molestando últimamente, hasta que lo logró, pero se olvidó que lo que pasaba después siempre era lo más tardado.
Detener y llevar a los villanos, registrar cada suceso, hablar y ayudar a las víctimas, ayudar con los desastres que ocasionaron con la ciudad, etc etc etc. Vio su reloj ansioso, 02:00 a.m, suspiró rendido, sabía que cuando llegara a casa tú estarías durmiendo.
Cuando por fin logró dejar todo en órden, caminó a un estacionamiento cercano en busca de su auto y se dirigió a su hogar, donde probablemente un plato frío de comida y el amor de su vida descansando, lo estén esperando.
Ingresó a su residencia, silencio total y no le pareció raro, se sentía muy mal. Aunque planearan todo con detalles, nunca salía como esperaban y eso les desmotiviba demasiado. Sus pensamientos le quitaron el hambre, así que, sacándose el traje de héroe, ingresó en su cuarto y pudo ver, por la ténue luz que la noche daba, la curva de tu anatomía descansando en la cama.
Encendió una pequeña lamparita que tenían en una de sus mesas de noche y terminó por sacarse todo el traje. Al darse vuelta para recostarse a tu lado, pudo observar mejor tu cuerpo. Una oleada de ternura invadió su ser al verte con una de sus camisetas favoritas, pero ese sentimiento fue interrumpido por el vuelco de su corazón.
Más abajo, pudo observar tu hermoso culo siendo adornado con unas braguitas color rojo, con detalles de encaje blanco en sus bordes. No resistió a la tentación y se recostó a tu lado, tomando tu cintura y pegando su erección entre tus nalgas.
─ Siempre tuvo un culo suave... ─ Pensó, pero para cuando se dió cuenta, ya se estaba frotando en el lugar.
Quería preguntarte, quería tener por seguro que tenía tu consentimiento para cumplir su deseo, pero no quiso interrumpir tu sueño. Se separó un poco de ti y bajó su bóxer, liberando su largo miembro bastante húmedo. Con su mano, comenzó con unos pequeños vaivenes, de arriba hacia abajo, hasta que su vista fue hacia a ti y aumentó el ritmo, callando todos sus sonidos obsenos con su mano libre.
No fue hasta que te sintió moverte, su cuerpo se tensó y comenzó a sentirse nervioso, ¿qué tal si no querías esto? ¿qué tal si pensaba que te estaba por hacer algo? ¿qué-
─ Mmhh wow, hola, guapo. ¿Necesitas ayuda? ─ Tu mano se colocó sobre la de él y sabía que esa noche, por más agotado que esté, no dormiría.
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