PEDIDOS CERRADOS.
Historias +18 (al menos la mayoría) sobre personajes de Boku no Hero.
La portada NO es mía, créditos a su artista.
Historia dedicada simplemente a entretener.
Todos los personajes en las historias se los considera mayores de edad.
Como hoy es Halloween, la clase 1-A decidió hacer una pequeña fiesta para festejar. El BakuSquad tuvo la idea de vestirse como personajes de anime, así que a ti y a Bakugou se les asignó Zenitsu y Nezuko de Kimetsu no Yaiba.
Como tú y tu novio no tenían ni idea de que disfrazarse, simplemente aceptaron la sugerencia de su grupo de amigos.
En una hora sería la fiesta que habían planeado y tú ya estabas lista, así que decidiste ir a casa de tu novio, que quedaba justo al frente de la tuya. Tocando dos veces la puerta, Mitsuki te recibió, elogiando tu disfraz e indicándote que Katsuki se encontraba en su cuarto.
Le diste las gracias y fuiste hacia allí. Volviste a tocar la puerta y escuchaste un leve "pase". Al abrir la puerta, viste al cenizo recostado en su cama, ya disfrazado y mirando su celular.
─ El personaje que te asignaron no te queda, pero la ropa sí. Te ves muy guapo, Kats. ─ Entraste al cuarto, cerrando la puerta detrás de ti.
─ ¡¿Hah, por qué lo dices?! El pelos de mierda dijo que es un personaje rudo, que lucha contra todos y siempre gana, como yo. ─ Reíste.
<<< Bien pensado, Kirishima. >>>
─ Bueno, si gana, pero se la pasa llorando y gritando. ─ Te sentaste sobre él, sin dejar de mirarlo.
─ Le quedaría mejor al tonto de Deku, entonces. ─ Tomó tu cintura e hizo pequeñas caricias.
─ Mmm no, físicamente todo te queda mejor a ti. ─ Te recostaste sobre él y lo besaste, muy lentamente.
─ ¿Qué planeas, pequeña mierda?
─ Podríamos divertirnos un rato nosotros dos solos antes de la fiesta, todavía hay tiempo. ─ Decías en tono seductor mientras desabrochabas la camisa de su disfraz.
─ Más te vale no ser ruidosa, está la bruja en casa y no quiero ser atrapado de nuevo. ─ Asentiste y comenzó a besar tu cuello, manoseando todo tu cuerpo.
Tú no te quedaste atrás tampoco. Cuando por fin tuviste su pecho y torso al descubierto, metiste tus manos y arañabas delicadamente su espalda, mientras que frotabas tu núcleo sobre su miembro, que empezaba a crecer y endurecerse poco a poco.
Sus manos se metieron por debajo de tu disfraz y apretó tu culo, jugando con él, lo que hizo que te mojaras.
─ Bien, no estoy para tanto juego.
Tomó tu cuerpo y te puso boca bajo en su cama. Levantó tu disfraz y pudo admirar la ropa interior tan reveladora que llevabas puesta.
─ Y pelos de mierda dijo que tu personaje era inocente. Ja, tu eres una puta, no tienes nada de inocente. ─ Se deshizo de tus bragas y sentiste como metía un dedo en ti.
─ ¡Hah! K-Katsuki... ─ Jadeaste y hundiste tu rostro en la almohada.
Metió un segundo dedo y comenzó a moverlos, sintiendo como de a poco ibas aflojándote y mojándote más. Al estar lista, desabrochó su cinturón y frotó su miembro entre tus nalgas hasta que estuvo totalmente erecto.
─ Katsuki, fóllame de una vez. ─ Pero como respuesta, recibiste una fuerte nalgada, haciéndote chillar.
─ Háblame bien. ─ Su voz ronca te hizo temblar.
─ Por favor, fóllame, Katsuki.
─ Ahora sí, mierda.
Rápidamente, alineó su pene en tu entrada y fue ingresando de a poco para no lastimarte. Cuando estuvo completamente dentro, tomó una de tus piernas, colocándola en su hombro y dejándote a ti de costado.
─ No me voy a arriesgar. ─ Lo miraste sin entender y tomó el pequeño bambú que colgaba de tu cuello, haciendo que lo muerdas y te quedaras callada.
Rápidamente, comenzó a moverse y sentiste como la posición en que estaban hacía que entrara más profundo, haciendo que la excitación te consumiera.
El ritmo fue aumentando, al igual que tus gemidos, que eran amortiguados por el bambú en tu boca, y sus gruñidos y maldiciones. Cada vez que entraba, su pene tocaba tu punto G, cosa que hiciera que perdieras la cabeza.
La excitación de la posición, ver a Katsuki disfrazado y el riesgo de ser descubiertos, comenzó a abrumarte, logrando joderte. Las lágrimas no tardaron en salir.
─ Hah, que bien me recibes. Te encanta que te folle así, eh. ─ Abrazó tu pierna, siendo más rudo con sus estocadas.
Al cabo de un par de minutos, tus paredes comenzaron a apretar aún más el pene del cenizo, quien también estaba sumido en la excitación que tú y tu cuerpo le proporcionaban, logrando que también perdiera la compostura.
Al sentir eso, Bakugou siguió con su trabajo hasta que se corrieron juntos, sintiendo su líquido caliente en todo tu interior. Se retiró lentamente de ti, dejándote con un triste vacío.
Acomodó sus pantalones y se levantó, tomando unos pañuelos descartables y limpiando tu intimidad, a lo que gemiste, ya que seguías sensible por tu orgasmo. Al terminar, se recostó a tu lado, abrazándote y besando tu frente.
─ Muy tierno, pero no me vuelvas a tapar la boca con esto. ─ Sacaste el bambú de tu boca y lo tiraste por ahí.
─ Tsk, muerdes la almohada y haces ruido igual, no es mi culpa. Ahora cierra la puta boca y descansa. ─ Reíste y lo abrazaste.
Probablemente lleguen tarde a la fiesta o quien sabe, tal vez ni vayan.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.