❥ One Shots +18. // Boku no Heɾo Acɑdemiɑ.

Dɑbi.

Corrías por la ciudad de noche, sin rumbo hasta que recordaste un lugar. Luego de cinco minutos llegaste al parque, oscuro, pero iluminado a la vez. Tomaste asiento en una banca que se encontraba por ahí con un árbol a su lado, abrazaste tus piernas, escondiendo tu rostro entre ellas y rompiste en llanto. Recordabas con claridad todo lo que Hawks te dijo, solo para que al final agregara un "es el fin, lo siento". Ya nada se podía hacer, solo llorar y arrepentirse de lo que no se pudo hacer. Tu llanto iba cesando de a poco hasta que paraste y sentiste una presencia a tu lado, pero el perfume que provenía de esa persona te reveló su identidad.

─ No quiero decir que te lo dije, pero te lo dije. Ese pajarraco de mierda no sabe lo que es una relación. ─ Su voz salió ronca.

─ ¿Y qué quieres que haga? ¿Te aplaudo, te felicito, te hago una estatua? ─ Definitivamente no estabas en condiciones de sermones o regaños.

─ Uhmm no, pero si que cumplas tu jodida apuesta, niña.

"Si no lo logro, haré lo que quieras, pero es obvio que me va a corresponder."

─ Ok, ya sé lo que vas a querer. ¿En tu casa o en la mía?

─ En la casa del pájaro.

Tu mente quedó en blanco, claramente no esperabas esa respuesta. Luego de un minuto de silencio por tu parte, apareció tu sonrisa. No deseabas otra cosa que venganza en estos momentos y no te culpabas por pensar así, todas las personas tienen esa fase cuando rompen con alguien. Miraste al pelinegro a tu lado, estaba esperando tu respuesta.

─ Bien, vamos.

Una risita salió de él y se encaminaron a la propiedad del rubio, pero mediante iban llegando, poco a poco tu venganza te comenzaba a parecer vergonzosa e infantil. El más alto se dio cuenta de eso y te tomó de la cintura, metiendo su mano por tu camiseta.

─ Ya estamos cerca, no te puedes arrepentir.

Y como él lo dijo, no tardaron en encontrar la casa de Hawks. Hoy era su día de trabajo, así que no se encontraba en ella, pero igualmente entraron por la parte trasera. Al estar en su habitación, todo su olor te abrazó, sintiéndote herida de nuevo al recordar lo que habías pasado anteriormente. Tus pensamientos fueron interrumpidos por Dabi, que te tomó de las piernas y te tiró en la cama, subiéndose encima de ti pero sin aplastarte.

─ Voy a hacer que te olvides de ese pollo y te concentres en un verdadero hombre. ─ Su perfume se confundía con el de Hawks, pero por la cercanía sentías más el del pelinegro.

Su confesión hizo que tu cuerpo y rostro comenzaran a arder. Llevaban años de amistad con Touya, pero ésta era la primera vez que sentías que era otra persona. Unieron sus bocas y jugaron con sus lenguas, haciendo que la saliva se escapara por sus comisuras. Sus manos acariciaban tu anatomía hasta llegar al borde de tu ropa y despojarte de ella. En unos segundos te encontrabas en una ropa interior bastante sexy, ¿qué podías decir? Hoy querías follar con Hawks, pero ese privilegio se lo ibas a dar al chico arriba de ti.

─ Tsk, él era muy afortunado. Que lástima. ─ Se burló mientras miraba tu cuerpo semi desnudo y el calor aumentó en ti.

Su cuerpo bajó y comenzó a besar tu abdomen, lamiéndolo y haciéndote estremecer. Una de sus manos subió y tocó una de tus tetas por debajo del sujetador, subiendo la prenda y dejándolas a la vista. Aunque no había tanta luz, solo la de la noche, pudiste notar un pequeño sonrojo en Dabi al ver tus senos. Sus besos comenzaron a bajar hasta detenerse en tu monte venus y se deshizo de tu ropa interior. El mayor suspiró en tu intimidad, fuerte y caliente, y pudiste sentir un pequeño escalofrío.